16 de octubre de 2011

El gato. El felino divinizado.

Esculturas en bronce.
 Los antiguos egipcios nunca dieron al gato un nombre especialmente significativo, sino que prefirieron llamarlo por su onomatopeya: Miw.


 Respecto al trato corriente que daban a estos animales cabe decir que era tan especial que cuando uno de ellos caía enfermo recibía tantos cuidados y atenciones como los que se daban a los niños, y si a pesar de ello moría, toda la familia se vestía de luto hasta el punto de que en algunos casos se afeitaban incluso las cejas en señal de duelo.
 A continuación el dueño del felino envolvía el cadáver en un paño de lino, llevándolo sin demora a "La Casa de la Purificación" para que fuese momificado, proceso que llegaba a durar hasta 40 días, y con el que eran tan meticulosos cual si se tratara de un ser humano.


 Tras lo anterior las familias ricas colocaban sobre la cabeza de la momia una máscara de bronce, (representando al animal fallecido), y lo introducían en un ataúd o sarcófago que podía estar confeccionado con materiales que iban desde la palma o el papiro hasta la piedra caliza.
 Por último lo conducían al cementerio seguido por un largo cortejo de parientes y amigos de la familia, quienes manifestando su profunda tristeza lloraban desconsoladamente al tiempo que con gesto desesperado desgarraban sus vestiduras, dándose incluso el caso de que quienes gozaban de un nivel económico suficientemente solvente llegaban a contratar plañideras profesionales, que como muestra de dolor echaban tierra sobre sus cabellos y arremangaban sus túnicas dejando el pecho al aire_.
 ____Fuente:http://www.arqueoegipto.net/articulos/egipto_tematico/gatos.htm____ 
                                               
- Según leo el trato que estos animales recibieron en el antiguo Egipto, doy por sentado que estos eran considerados como algo más que simples felinos, que protegían los graneros de los roedores. 
Eran adorados y divinizados.


Mi experiencia personal con los gatos ha sido prácticamente basada en la ignorancia, los veía como animales desconfiados y traidores.
Pero esto me ocurrió en el pasado, hasta hace aproximadamente cinco años, cuando entró uno a formar parte de mi familia.


Todo lo que pensaba sobre ellos se desmoronó como un castillo de naipes.
Es un animal, como seguramente muchos otros, que vive el momento presente, no le preocupa lo que pasó ni lo que pasará. Además al acariciar su pelo sedoso siento que me transmite lo que él está sintiendo, simplemente tranquilidad y sosiego.


Fotos de mi gato:

2 comentarios:

  1. No habia leido esta entrada, desde siempre soy una admiradora de los gatos cuando era niña en el pueblo siempre hemos tenido, algunos independientes que iban y venian cuando les parecia, pero tuve una gata, Braulia, rubia, que durante los años que la tuvimos tuvo muchos gatitos, algunos se los quitamos, pero ella luchaba por ellos, escondiendolos, para que no se los llevaran.
    Ya independizada, al principio como compartia piso, tenía un poster gigante de un gato rubio, y ahora cuando ya tengo un piso, llevo doce años con mi gata Pepa, una gata callejera con aspecto de siamesa.

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    1. Ya veo qué a tí también te atraen estos animales. La verdad es qué como dije en la entrada, yo era muy ignorante con respecto a los gatos (siempre tuve perro) hasta qué llegó este gato negro, qué me enseñó y me enseña mucho.
      Un saludo!!

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