30 de marzo de 2013

El Universo, según N. DG. Tyson

¿Cual es el hecho más sorprendente que puede compartir con nosotros sobre el Universo?
El astrofísico Dr. Neil DeGrasse Tyson responde a la pregunta:

 

22 de marzo de 2013

Los beneficios de caminar

Ante un problema determinado que ronda por nuestra mente y que hace que el cuerpo genere estrés, seguro que muchos habéis sentido la necesidad de salir... Unos habrán optado por acudir a un bar o pub que consideran acogedor, y otros a dar una simple caminata por un parque, playa o ciudad. Para después volver a casa mucho mejor.



A veces, todo lo que necesitas para solucionar tus problemas es un paseo agradable.
Nuevas investigaciones muestran que salir a caminar tiene numerosos beneficios para nuestra salud, tanto física como mental.

Rosamund E. Harding dice en su libro de 1932, An Anatomy of Inspiration:
"Es posible que el movimiento rítmico del carruaje, del tren, de un caballo y, en menor medida, del caminar, puedan producir en mentes sensibles un efecto ligeramente hipnótico que conduzca a un estado mental más favorable al nacimiento de las ideas".

Caminar es gratis, no se trata de promover más un estilo de vida saludable y los valores del ejercicio, sino de reencontrar una conexión y un ritmo con nuestra ciudad y nuestro entorno. De recordarnos que no somos árboles para permanecer en un sólo sitio, y también para ponernos a disponibilidad de una aventura.

Enlaces a los estudios:

18 de marzo de 2013

Diez ilusiones visuales explicadas y una sin explicación

"Si tuviéramos un cerebro que utilizase otra estrategia para entender el mundo, podríamos ver de forma muy diferente. Otros animales, por ejemplo, no caen en las mismas ilusiones que nosotros".

El neurocientífico Luis Miguel Martínez Otero nos ayuda a desentrañar la manera en que nuestro cerebro reinterpreta la realidad y nos explica algunas de las “ilusiones visuales” más conocidas.

Pero, ¿realmente nos engaña el cerebro? A Martínez Otero no le gusta esta expresión tan común porque no es del todo correcta. "En realidad el cerebro acierta prácticamente siempre, es uno de los sistemas más fiables de detección de estímulos que conocemos. Lo que pasa es que recibe información que no es completa".


"El cerebro funciona de una manera estadística", asegura, "no puede analizar toda la información de ahí fuera, ha aprendido a extraer lo más relevante en cada situación y, a partir de esos paquetes de información, extrapola y saca conclusiones". En ocasiones, mientras interpreta esos datos en base a la experiencia, el cerebro 'falla' y "la interpretación que hace no se corresponde con la realidad física de lo que hay ahí fuera".

14 de marzo de 2013

Cuento - Las galletas


Una señora debía viajar en tren. Cuando esta llegó a la estación, le informaron de que su tren se retrasaría aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera.

Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete de galletas, lo abrió y comenzó a comer. La señora se molestó un poco; no quería ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que nada había pasado. Así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete, sacó una galleta y se la comió mirando fijamente al joven.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y, mirando a la señora a los ojos y sonriendo, se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con ostensibles señales de fastidio, se la comió mirándolo fijamente.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora estaba cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta, y pensó: "No podrá ser tan caradura" mientras miraba alternativamente al joven y al paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.

-¡Gracias! -dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.

-De nada -contestó el joven sonriendo, mientras comía su mitad.

Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: "¡Qué insolente y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!" De pronto sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando encontró allí su paquete de galletas intacto.
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Cuántas veces nuestros prejuicios y decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a los demás y cometer graves equivocaciones. Cuántas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros, hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones, encasillándolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad.

"Peleando, juzgando antes de tiempo y alterándose no se consigue jamás lo suficiente; pero siendo justo, cediendo y observando a los demás con una simple cuota de serenidad, se consigue más de lo que se espera". (proverbio)

8 de marzo de 2013

La nueva realidad - Jordi Pigem

Las crisis del mundo de hoy reflejan una profunda transformación de la conciencia y de la realidad. Se está derrumbando un mundo obsoleto que pone el dinero por delante de las personas y las abstracciones por delante de la vida. Pero al mismo tiempo, una nueva realidad, sigilosamente, está naciendo. En los últimos cien años la física cuántica y otras áreas del saber nos han estado mostrando que el mundo no es como pensábamos. No está hecho de objetos sino de relaciones. Se entiende mejor con el lenguaje de la imaginación, la creatividad y el corazón que con el de las leyes, fórmulas y conceptos. Hoy vivimos entre dos mundos, entre dos realidades. El autor analiza las contradicciones de la economía contemporánea como caso clínico de todo lo que no funciona en el viejo paradigma, en la vieja realidad, y nos conduce a la nueva realidad fascinante que hoy nos revela la física y la neurociencia. Una nueva realidad que no es otra que la que ya entrevieron los sabios de muchas culturas y épocas, y que hoy nos guía hacia una sociedad más justa y una vida más plena.

Doctor en Filosofía, Jordi Pigem se esfuerza en este breve libro en poner de manifiesto lo que él llama una “nueva realidad”, una realidad palpable que, en el marco de la crisis actual, huye de la visión anticuada y a todas luces errónea de la vieja economía, para abrazar lo que se denomina “conciencia cuántica”, un concepto que se apoya en las nuevas revelaciones de la física y la neurociencia.

En un mundo hasta ahora dominado por el dinero y protagonizado por conciencias dudosas, la Humanidad se está dando cuenta, poco a poco, de que la realidad que nos envuelve es distinta a lo que habíamos creído, por lo que requiere un cambio drástico en nuestra forma de afrontarla. Pigem cree que la realidad economicista ha dejado de sostenerse y que debemos abrir los ojos hacia lo que nos revelan las últimas investigaciones sobre el cerebro humano y la física cuántica, que proporcionan claves sobre cómo relacionarnos de una forma más justa y satisfactoria desde el punto de vista emocional y colectivo.

El autor traza un rápido camino hacia sus conclusiones, indicándonos dónde estamos, quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos, desgranando en cada uno de estos apartados conceptos tales como la ciega lógica del sistema, la mente calculadora, el individualismo como método, o el cambio final de rumbo.

Así pues, si el mundo ya no debería regirse por la simple teoría económica, es necesario que pongamos en marcha modos de luchar contra las diversas crisis que nos afectan (económica, ética, ecológica y epistémica), y que aprovechemos la circunstancia para poner en duda antiguas certezas, como hizo la física cuántica en su campo, evitando encontrar soluciones rápidas que sólo creen nuevos problemas en el futuro. El paradigma, en este sentido, debe cambiar.

De la misma manera que la física cuántica, que afirma que la realidad está entrelazada, habría que alcanzar una conciencia cuántica, donde se hable más de relaciones que de objetos.

3 de marzo de 2013

Cuando nadie me ve...

Cuando un sentimiento de rencor me invade, mi corazón se altera.
Dirijo mi atención hacia este sentimiento y le pregunto; ¿por qué estás aquí?... no me responde. Noto como dicho sentimiento, comienza a alejarse. Mi corazón vuelve a sus pulsaciones habituales.

Cuando un pensamiento perturbador se instala en mi mente, mi corazón se altera.
Entonces pregunto a mi mente; ¿cual será el próximo pensamiento?... no me responde.
Pero siento como el pensamiento se va disolviendo, al igual que una nube en el cielo arrastrada por las corrientes atmosféricas. Mi corazón se relaja, vuelve a latir con normalidad.



No, no me he ido a vivir a los montes del Himalaya con los monjes Tibetanos, ni lo deseo, prefiero seguir experimentando las situaciones que nos brinda la vida.
Solo he querido expresar en pocas palabras una pequeña introspección, enfocándola en el órgano tan importante y escondido dentro de nosotros llamado corazón, o por hacer una metáfora, el motor que hace que la sangre recorra por todo nuestro cuerpo y el que además, como todo motor, también genera energía.