10 de octubre de 2013

El movimiento, una constante

"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra". 

Así es como dice uno de los siete principios herméticos. También lo señalan con el famoso "fluir" todas las corrientes filosóficas orientales, que a la mayoría nos llegó a través del "Be water, my friend" pronunciadas por el maestro en artes marciales, Bruce Lee.
Estos son algunos de los pensamientos que hace miles de años tenían algunas personas o grupos, a los que hoy, en el siglo XXI. la ciencia ha confirmado.

Visto y demostrado está, que los sistemas planetarios conocidos están en constante movimiento, e incluso todo el universo en sí, continúa expandiéndose.
A nivel microscópico se ha observado que las partículas subatómicas que componen cualquier átomo (partícula de lo que se compone toda materia y gas) se comportan o mueven al igual que los sistemas planetarios alrededor de su estrella o Sol, de forma elíptica alrededor de su núcleo.

Modelo de un átomo

De manera muy esquemática he intentado exponer, que todo lo que podemos ver con nuestros ojos o con ayuda de alguna máquina, está en constante movimiento, incluso una sólida piedra también se compone de átomos.

Metiéndome en la "laguna interior" de nuestros pensamientos y emociones. Creo que mejor nos iría si nos aplicamos este principio y nos adaptamos a la corriente natural e inevitable de que todo se mueve y fluye, ya sea para "bien" o para "mal"... aceptando que todo cambia y que si seguimos "fluyendo", estaremos evolucionando.
Por contra, si la atención se la prestamos a emociones pasadas nos quedaremos atascados o anclados y por tanto, iremos contra natura... o sea, involucionamos.

2 comentarios:

  1. Tal vez el movimiento es el que nos salva de caer constantemente...Todo cambia...Menos mal...

    Un abrazo Manu

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  2. Por lo tanto, para mí el gran secreto está en adaptarse continuamente a los cambios. Saludos.

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