9 de enero de 2014

La paradoja del sufrimiento

La diferencia entre el ser orgulloso y/o soberbio, con el ser humilde, se encuentra en un camino oscuro y a veces angustioso llamado sufrimiento.

Me explico: Cuando por ejemplo, por causa de una pérdida, una decepción, o una enfermedad, transitamos por un estado de sufrimiento, este normalmente hace que se nos baje de golpe el orgullo (que no amor propio) y la soberbia.
Pero no, no siempre es así. En ocasiones nos cuesta "bajarnos" de esos estados eufóricos y pretenciosos que durante tanto tiempo hemos estado alimentando.

En estos tiempos cargados de incertidumbre (dejemos de llamarlos de crisis o estafa), muchos de nosotros hemos pasado por dicho camino oscuro y sombrío, en el que incluso hemos caído en algún que otro agujero o pozo del que veíamos difícil salida.


Creo, siempre desde mi experiencia personal, que precisamente el orgullo y la soberbia instalada, son los que nos impiden salir del sufrimiento.
Mejor sería aprovechar esa ayuda que siempre alguien nos puede brindar... Si, esa mano humana que nos puede sacar de la oscuridad y que no por ello perdemos la dignidad. Al contrario, ese respeto hacia uno mismo aumentará.

Y es que la lección que podemos aprender de pasarlo "mal" o de sufrir, es que nos hace personas más afables y empáticas. Capaces, una vez superado, de prestar ayuda y de dejar atrás al egoísmo vinculado a dichos estados eufóricos.

Para los que no han transitado el sufrimiento; Les deseo que permanezcan así, tal y como son, aunque para ello se protejan con "máscaras" y "armaduras"... Pero que nunca caigan en un sendero tan complicado.

Para los que lo están transitando; Lo dicho, dejaros ayudar, hay que abrirse a los demás porque existen personas que ayudan de corazón. Cuando os encontréis fuera del sufrimiento, vuestra ayuda será muy necesaria y estoy seguro que la prestareis también desde el corazón.

6 comentarios:

  1. Hola Manu!
    me alegro mucho de que estés bien. La verdad es que se te echaba de menos.
    Sé que eres un verdadero guerrero, y el sufrimiento te habrá llenado de más fuerza, pero realmente cuando uno está en el sufrimiento hay que ser muy valiente para buscar ayuda y sacar fuerzas para tirar para adelante y salir, así que enhorabuena por regresar de nuevo a la Luz. Te deseo lo mejor y que te vaya todo ahora bien.
    Un Abrazo :)

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    1. Soy de los que piensan que todas las experiencias y en general, todo lo que nos ocurre, es por y para algo ;)
      Muchísimas gracias por tus palabras!! Espero y deseo que te vaya todo muy bien a ti también.
      Un abrazo, Ang.

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  2. Me ha encantado lo que dices y sobre todo saber que estás mejor y de vuelta...
    Un abrazo muy fuerte Manu

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  3. Hola, me he encontrado por casualidad con tu blog y me ha encantado. Felicidades.
    Los sufrimientos del cuerpo pueden ser terriblemente fuertes e indomables. Pero aún así, nunca son comparables a los sufrimientos del alma. No existen en los hospitales Unidades del dolor que puedan paliarlos. La ayuda externa, tan generosa, no puede sino "distraerlos" durante un breve tiempo que no se mide con un reloj.
    No hay que temer enfrentarnos al dolor del alma, sumirnos en él y poder superarlo y trascenderlo. Si no es así se queda atascada no sólo en el alma, también en el cuerpo.
    Estas heridas de vez en cuando sangran. Nunca terminan por curarse del todo. Hay que aceptar que el pasado no se puede cambiar, y que al mismo tiempo es herida y medicina.
    Un saludo

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  4. Hola Amor!! Que nombre más bonito!!
    Gracias por tu estupenda aportación y me agrada que te guste mi espacio :)
    Saludos!!

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