29 de febrero de 2012

La inmensidad del Universo

Este vídeo nos transportará desde nuestro hogar, la Tierra, hasta llegar a los confines del Universo observable o conocido hasta hoy, para después emprender el viaje de vuelta a casa.

Relájate y observa el vídeo... A mí me ha hecho ver lo "insignificantes" que somos ante la inmensidad del Universo.

27 de febrero de 2012

¿Cúal es el origen de la tristeza?

 - Eduard Punset responde:

Punset, en 'excusas para no pensar'
Me gustaría decirle a la gente las dos o tres cosas que he aprendido y me han servido a lo largo de muchos años. Lo primero es que es cierto que más de un veinte por ciento de las personas están aquejadas por una tristeza inexplicable. Se levantan con la cara compungida por un mal sueño; no saben qué hacer ellos solos durante horas en casa viendo la tele; no les quedan ganas de atisbar en otros países la posibilidad de una ida sin retorno.


Se nos dice, con razón, que la profusión de las redes sociales puede ayudar sobremanera. Yo mismo digo que es mejor la compañía de un buen amigo que un fármaco. Pero no quisiera compartir la tristeza profunda que puede seguir corroyendo el ánimo después de haber probado y conseguido aumentar los contactos en las redes sociales o de haber sustituido un fármaco por la compañía de un buen amigo, sin que los niveles de tristeza hayan descendido.

Lo que hemos aprendido después de tantos años de espera es que la tristeza no es la expresión de que nadie nos quiera, sino el impacto negativo de no quererse uno mismo; en la adolescencia y en la mayoría de edad, la tristeza es el resultado de odiarse a sí mismo sin saberlo, y no la falta de cariño de los demás. Estamos tristes y sin ganas de hablar porque los demás no comprenden lo que nos pasa por dentro, no entienden nada de lo que queremos decir; cuando les decimos algo es para acosarlos, intimidarlos, asustarlos y reprocharles, en definitiva, que no nos entienden, no nos quieren y que en el fondo nos odian o desprecian.

Lo que hemos descubierto es, sencillamente, que el origen de nuestra tristeza no es el odio de los demás, sino el desprecio de uno mismo; no nos queremos nada, nos despreciamos; eso es lo que nos pasa. La gran suerte es que ahora hemos descubierto el motivo de esos sentimientos autodestructivos.

En la mayoría de los casos, el origen de este mundo atormentado hay que buscarlo en la ausencia de cuidado, de afecto y de amor en los primeros años de nuestra vida. Basta con dar un paseo por la calle para ver ejemplos de situaciones radicalmente opuestas: es fascinante ver la cantidad de amor y sonrisas derrochados sobre los pequeños para que en ellos arrecie la autoestima necesaria, para consolidar en el futuro su curiosidad. La curiosidad suficiente para proseguir en la aventura del amor a los demás.
Arruga los sentimientos y destroza el corazón, en cambio, contemplar los ejemplos interminables de gritos, esperas sin resultado, abandono en el mejor de los casos y palizas inmerecidas a niños violentados, sin que hayan tenido tiempo ni ganas de cometer un delito. Hoy sabemos que la mala gestión de las emociones durante la infancia es el germen abonado para la droga y el comportamiento desvariado durante la juventud.

Lo extraño es que los sabedores de que esto ocurre no se manifiesten en la calle para reclamar que se aplique una solución. La existencia del problema está comprobada. Se ha investigado durante años con acierto la solución. Se ha experimentado en muestras piloto para que los gobernantes y los educadores pudieran enterarse. Pero están o parece que están todos ocupados en asuntos, supuestamente, más importantes.

Una mayoría desconcertante de los centros de decisión en nuestras sociedades no acaba de creerse uno de los descubrimientos más importantes de la neurología moderna. Hasta ayer mismo teníamos el debate infructuoso entre los partidarios de que los genes determinaban la conducta del promedio y aquellos que, por el contrario, creían que solo la experiencia individual contaba. Ahora se sabe que "estamos programados", es cierto, pero para ser únicos».

Fuente: Xl semanal

25 de febrero de 2012

Ataduras emocionales


Mucho han cambiado desde generaciones anteriores las relaciones sentimentales y de pareja.
Ya sea por ideologías y convicciones políticas o religiosas a las que se "sometieron" nuestros antepasados, desde hace varias décadas podemos decir que estamos evolucionando en el sentido de encontrar el equilíbrio hombre-mujer y viceversa... Aunque todavía nos queda...

Todavía nos queda porque aunque ese temor que nos metían en el inconsciente dichas ideologías y convicciones está desapareciendo, aún en la mente de algunos se mantiene (no sé si por genética o por idiotez) el egoísmo de poseer al otro mediante ataduras emocionales, no dejándole ser un "Ser libre".
Esta forma de pensar se puede definir con una sola palabra: Miedo.

Como antes he indicado, el miedo que nos inculcaban nuestros "queridos" gobernantes, lo estamos superando, o siendo optimista lo hemos superado.
Ahora nos queda superarnos a nosotros mismos acabando o liquidando a nuestro miedo interior, que es el encargado de generar emociones tan negativas como; Los celos, las envidias, el egoismo... Tan dañinas para los demás como para nosotros mismos.

Lo natural es nacer libre y sin apegos emocionales, ¿por qué no permitirnos seguir así?.

23 de febrero de 2012

Mensaje a la humanidad

Gran vídeo que me he "obligado" a publicar  por su gran mensaje.
'La sombra de la maldad y de la codicia, poco a poco se está trasmutando en la luz de la bondad y del altruismo'.

22 de febrero de 2012

Albert Einstein. Crisis

Albert Einstein  (1879 - 1955)
Albert Einstein, físico de origen Alemán considerado como el científico más importante del siglo XX, nos dejó frases para reflexionar en tiempo de crisis, como estas:

"No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos". 
"La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado".
"Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia". 
"El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos".
"Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla".

20 de febrero de 2012

Cruce de caminos

Imaginemos nuestra vida como un camino o un sendero que tenemos que recorrer;
Unas veces se nos presentará limpio y luminoso, en otras ocasiones transitaremos senderos oscuros y con obstáculos.
Como dije en otra entrada, quiero creer que de nosotros depende crear un camino u otro.

Ahora os propongo un poquito más de imaginación;

En nuestro caminar por la vida, en ocasiones el camino se bifurcará en dos o más ramales, "obligándonos" a elegir por cúal de los nuevos caminos continuamos el viaje.
¡Aquí está el dilema!. ¿Por donde contiuamos?.
Si supiéramos de antemano cúal de ellos es el mejor y más llano sería fácil tomar la decisión, pero por desgracia no es así.
Aún así debemos de escoger por donde seguir nuestro "viaje", tenemos que elegir uno porque dividirnos no podemos y quedarnos divagando mucho tiempo tomando la decisión, lo único que nos aportará son más dudas e incertidumbre.

Armémonos de valor, superando a nuestros miedos que bloquean nuestra evolución (espiritual) como seres humanos y así ante cualquier decisión que tomemos, sea cúal sea, aprenderemos de nuestros "tropiezos" porque al fín y al cabo, aquí estamos para aprender.

16 de febrero de 2012

Comer con conciencia

La sociedad occidental caracterizada por un ritmo de vida estresada, está siendo cada vez más consciente de que debe de reducir dicho ritmo de vida.
Flor de Loto. 'símbolo del despertar'
la filosofía Budista nos recuerda la importancia de mantenernos el máximo tiempo posible en el momento presente a través de la contemplación interior.

He encontrado este artículo publicado en el diario abc.es que nos indica la importancia de prestar atención al aquí y ahora, en este caso a la hora de alimentarnos:
Sentarse a la mesa con atención plena, claridad mental y concentración —«alimentación con conciencia»— es la última moda entre ejecutivos estresados
El ritmo de vida actual, sincopado entre largas horas de trabajo, pantallas de ordenador, redes sociales y teléfonos móviles, nos impide detenernos un instante para reflexionar o disfrutar de actos tan cotidianos pero fundamentales como el comer. Comemos frente al ordenador o la televisión, en diez minutos. Comemos caminando o mientras hablamos por teléfono. Comemos muy mal. Pero, como alternativa, una corriente liderada por expertos en nutrición y alimentación está promoviendo la «alimentación con conciencia», que consiste en meditar sobre lo que estamos comiendo.
La alimentación con conciencia está basada en el «sati» budista: un estado de atención plena y de absoluta claridad de mente, que ayuda a la persona a concentrarse en el aquí y el ahora. Aplicado a la comida requiere que nos sentemos a la mesa con los cinco sentidos dispuestos a ser estimulados, en silencio, sin distracciones electrónicas y, si es posible, con velas o flores que ayuden a serenar el ambiente. Su propósito es sustituir los pensamientos por la conciencia de todo aquello que forma parte de un instante, como el sabor, la textura o la procedencia de lo que ingerimos.
Según el Centro para la Alimentación con Conciencia, esta forma de comer puede transformar la relación de una persona con la comida, mejorar su salud, su autoestima y sus relaciones personales. Aunque puede sonar excesivo, los beneficios de la alimentación con conciencia no son solo palabras para vender libros de autoayuda o convencer a incautos para que asistan a costosas clases. En EE.UU., investigadores de universidades como Harvard o Cornell defienden las ventajas de este tipo de alimentación. Entre ellos, la doctora Lilian Cheung, profesora de Nutrición en Harvard, y coautora junto al monje budista Thich Nhat Hanh de «Saborear. Circunspección para comer y vivir mejor».
En la sede de Google en Silicon Valley, ya han incorporado la alimentación con conciencia. La empresa lleva trabajando desde 2009 con el equipo de nutrición de Harvard para ofrecer comida saludable en sus cafeterías y el pasado septiembre contaron con Nhat Hanh para enseñar a 700 de sus empleados los secretos de la alimentación con conciencia. Una clase que varios de los asistentes consideraron «trasformadora».
Algunos creen que esta forma de comer más atenta y agradecida podría ser el antídoto contra la epidemia de obesidad en Estados Unidos, un país donde los concursos de engullir perritos calientes son un entretenimiento y no una aberración. Pero no todos los expertos están de acuerdo. Entre los que disienten se encuentra la doctora Jan Chozen Bays, profesora de meditación y autora del libro «Alimentarse con conciencia. Una guía para redescubrir una sana y feliz relación con la comida». En el artículo «Los budistas dicen que no eres lo que comes, sino cómo lo comes», sostiene Chozen que esta forma de alimentarse no es una dieta y que no hay ninguna garantía de que te hará perder peso. Lo único garantizado es que quien la practique recuperará una relación equilibrada con el alimento y conseguirá comer solo por hambre y no guiado por otros impulsos como la tristeza, el aburrimiento o la ansiedad.