Somos actualmente alrededor de 7 mil millones de personas distribuidas por los 5 continentes. Cada cual con su realidad (y otra impuesta por los gobernantes... pero esta no viene al caso) compartida en grupos, creando así la afinidad y comprensión entre sus miembros.
Creamos discusiones, conflictos, o simplemente no escuchamos al otro, normalmente por falta de afinidad.
Con afinidad entre dos o más personas me refiero a compartir gustos, ideas, carácter...
Esto implica que cada uno viva su particular realidad, una realidad creada sobre todo en base a nuestras creencias y experiencias pasadas. Muchas veces inculcadas por nuestros padres y familiares en nuestra infancia.
Vamos creciendo y seguimos aferrados a "viejas" ideas tan metidas en nuestra mente, que nos resulta complicado "remover" para dejar espacio a otras.
Complicado...difícil de cambiar, pero solo se trata de no cerrarse a la novedad, como cuando fuimos niños y estábamos abiertos a cualquier opinión sin juzgarla... solo escuchábamos y nuestra mente absorbía todo como una esponja.
No se trata de ser sumisos o tontos y estar de acuerdo con todos. Se trata solo de saber escuchar la realidad del otro y luego, surgirá la afinidad o no.
Tu realidad no es más ni menos real que la mía. Solo es otra más de las muchas que existen y de nosotros depende el amoldarla o cambiarla si encontramos otra con la que nos sintamos mejor.
Creamos discusiones, conflictos, o simplemente no escuchamos al otro, normalmente por falta de afinidad.
Con afinidad entre dos o más personas me refiero a compartir gustos, ideas, carácter...
Esto implica que cada uno viva su particular realidad, una realidad creada sobre todo en base a nuestras creencias y experiencias pasadas. Muchas veces inculcadas por nuestros padres y familiares en nuestra infancia.
Vamos creciendo y seguimos aferrados a "viejas" ideas tan metidas en nuestra mente, que nos resulta complicado "remover" para dejar espacio a otras.
Complicado...difícil de cambiar, pero solo se trata de no cerrarse a la novedad, como cuando fuimos niños y estábamos abiertos a cualquier opinión sin juzgarla... solo escuchábamos y nuestra mente absorbía todo como una esponja.
No se trata de ser sumisos o tontos y estar de acuerdo con todos. Se trata solo de saber escuchar la realidad del otro y luego, surgirá la afinidad o no.
Tu realidad no es más ni menos real que la mía. Solo es otra más de las muchas que existen y de nosotros depende el amoldarla o cambiarla si encontramos otra con la que nos sintamos mejor.