26 de julio de 2013

LLamar a las cosas por su nombre.

En cierta ocasión escuché a una psicóloga decir que ante un problema o situación que nos perturba, tenemos que ponerle nombre para poder llegar a solucionar al temor que generan ciertas situaciones.
Esto parece obvio, porque normalmente somos conscientes de lo que nos preocupa y por lo tanto el nombre ya lo tiene asignado.

Pero cuando sentimos como la ilusión, la alegría y/o esperanza va desapareciendo, y tras el paso de los días nos cuesta recuperar. Entonces es porque por cualquier motivo, no llegamos a identificar al causante que nos ha requisado dichos sentimientos.
Dicho metafóricamente, es como si accede a nuestra casa un hábil ladrón, al que nosotros que estamos plácidamente dormidos en nuestra querida cama, no escuchamos ni nos percatamos de que le tenemos dentro.
Al día siguiente despertamos y poco a poco nos damos cuenta de las cosas que el intruso se llevó.

Esto ocurre al que más y que menos; No vemos entrar al que nos somete llevándose nuestras emociones positivas. Pero lo dicho y volviendo al símil, identificando al ladrón podemos llegar a recuperar lo robado, si es posible sin lucha o duro enfrentamiento... más que nada porque no sabemos si va armado.

Creo que lo más inteligente seria:
Primero llamar a las emociones perturbadoras o temores, por su nombre.
Y segundo enfrentarse (lo dicho, sin lucha) a esa dichosa emoción que nos perturba (ladrón), la que por cierto, ha sido generada por una situación a la que antes, también habría que llamarla por su nombre.
Para así, recuperar los bienes tan preciados que nos hacen llevar una vida algo más llevadera.


Esta imagen que encontré por la red es un ejemplo de que, no todo lo que tememos tiene por que ser real o existir... A veces es solo una ilusión procesada por nuestra mente.


P.D. Esto lo he escrito durante una noche de insomnio, asi que me pondré "manos a la obra" para identificar al ladrón de mi sueño. Aunque creo que gran parte de culpa la tiene el café con leche que tomé tras la cena.

17 de julio de 2013

El corazón como emperador.

Dice la antigua medicina China, que el corazón es el emperador de un reino y sus súbditos, son nuestros órganos y nuestras emociones, como emperador rige la conciencia y como buen emperador se entera de todo lo que sucede en su reino.
Los sentimientos que le son propios son la alegría y el amor, pero el corazón también se altera con cualquier otra emoción: el miedo, la tristeza, la ansiedad, la ira, etc., todas afectan al emperador; la vida agitada, los sobresaltos, el estrés, la alimentación, los estimulantes... también hacen que el fuego del corazón aumente.

Hoy día está demostrado que ante cualquier alteración emocional nuestro corazón sufre, e incluso podría llegar a consecuencias trágicas si pertenece a una persona de edad avanzada.

El caso o la cuestión, es que normalmente no le prestamos la atención que merece un "emperador", (no lo asemejéis a los gobernantes actuales, estos más bien merecen poca) ya no por su alto estatus, sino por la capacidad que tiene de influir en los órganos y en las emociones.

Asi que nunca está demás intentar hacer que nuestro "fuego del corazón" disminuya, templando el exceso de fuego o agitación, es decir calmar nuestras emociones.
Al igual que intentamos calmar la mente, también podemos calmar al corazón... con el paso del tiempo y según indicaciones del médico, se podría prescindir de los estimulantes y/o relajantes.



13 de julio de 2013

Kárate mental... contra los golpes de la vida.

A nuestros oídos en ocasiones llegan palabras que pueden causar dolor, un dolor emocional como si se recibiera un fuerte golpe. Por contra, hay palabras que pueden sanar lo más profundo de nosotros, física y emocionalmente, como si de la mejor terapia se tratara.

Los que practican o han practicado cualquier arte marcial, utilizando este deporte como una vía de crecimiento físico y mental, saben que la victoria y los trofeos no constituyen las razones más importantes de esta práctica, solo prueban la superioridad de un hombre sobre otro hombre. Para el practicante no existe un oponente, solo se le ve como una persona que mediante su ataque y su defensa nos ayuda a perfeccionarnos técnica y mentalmente.

Este post lo escribo en relación al nuevo libro de Bernabé Tierno, que con el título "Kárate mental", describe la disciplina de una persona que sabe moverse y relacionarse con los demás de forma que nadie sale herido, pese a que las situaciones que vivimos no siempre sean óptimas. El karateka mental aprende a pasar de formas primitivas y agresivas de relación, a valorar la empatía, la comprensión y la dulzura de las formas. Con la práctica del kárate mental, el estudiante aprenderá cada día a manejar situaciones de conflicto, a perdonar (que no olvidar) las injurias, a conquistar el dominio de si mismo, en definitiva a ejercer un verdadero control sobre el contrario y sobre las circunstancias.



"Obtener cien victorias en cien batallas, no es realmente la habilidad más destacada. Vencer al enemigo sin luchar, esa es la más grande habilidad".
(FUNAKOSHI, Gichin)

8 de julio de 2013

Solo es una elección... entre el miedo o el amor

Bill Hicks fue un comediante, crítico social, humorista y músico americano. Sus temas favoritos eran la sociedad, la religión, la política, la filosofía y las cuestiones personales, y su estilo fue controvertido y rebosante de humor negro. Tanto en sus actuaciones en directo como durante las entrevistas, criticaba a menudo el consumismo, la superficialidad, la mediocridad y la banalidad de los medios y de la cultura popular, describiéndolos como instrumentos de opresión de la clase dominante, con la intención de ‘mantener a la gente estúpida y apática’.

En este vídeo asegura que para tener una vida mejor no es necesario mucho esfuerzo, ni trabajar duro, ni tener dinero. Simplemente, hay que tomar una decisión.


Whatonline

5 de julio de 2013

Efectos del amor en el cerebro humano

Las respuestas neurológicas en el cerebro al estar enamorados, son las mismas que se encienden cuando alguien está bajo la influencia de narcóticos duros. Es por eso que desenamorarse duele durante tanto tiempo. Y aunque el amor en su forma más pura sea mucho más que un cóctel químico, los estudios cerebrales revelan resultados interesantes, y quizá hasta nos ayuden a entender ciertos comportamientos que "se apoderan" de nosotros cuando estamos en ese estado.

Según Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, quien ha pasado su vida investigando los efectos del amor en el cerebro, dos sorprendentes áreas del cerebro se iluminan cuando este está concentrado en su objeto de afecto. La primera es parte de nuestro cerebro primitivo, reptiliano, o núcleo caudado. También notó que áreas del cerebro asociadas con la creación de dopamina y norepinefrina (Químicos que se asocian con el placer y la emoción) están muy activas cuando amamos a alguien.

Con respecto a lo anterior, Fisher comenta: "Con razón los amantes pueden hablar durante toda la noche, o caminar hasta el amanecer, escribir poesía extravagante y correos electrónicos tan reveladores, cruzar continentes u océanos solo para abrazarse un fin de semana, cambiar de trabajo o de estilo de vida, o incluso morir por el otro. Inundados en químicos que confieren concentración, resistencia y vigor, conducidos por el motivador motor de la mente..."

El núcleo caudado, o cerebro reptiliano, podría ser el lugar en donde la primera llama del amor se enciende, es considerado por muchos como el lugar que alberga al ego. Don Juan Matus, nativo americano, habló alguna vez sobre esta región del cerebro:
"Tenemos un predador que vino de las profundidades del cosmos y tomó las riendas de nuestras vidas. Los seres humanos somos sus prisioneros. El Predador es nuestro señor y nuestro dueño. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestra protesta. Si queremos actuar independientemente, nos demanda que no lo hagamos… Todo este tiempo he estado evitando ir al grano, insinuando que algo nos tiene prisioneros. De hecho, estamos presos!! No es de extrañar que el enamoramiento nos hace sentir que somos propiedad de otra persona.

Fuente: (WakingTimes)

2 de julio de 2013

Un nuevo paradigma se muestra...

"Imagine una cortina de ducha.
Imagine unas gotitas de agua deslizándose por esa cortina.

Viajan por el plano de la cortina, y para las gotitas sólo existen dos dimensiones. Para nosotros, que las vemos, hay tres dimensiones: vemos las gotas desde una tercera dimensión, desconocida para ellas.
Análogamente, si nosotros somos como esas gotas, además de las tres dimensiones que captamos, existen otras"...
Esto afirma la cosmóloga y experta en física cuántica Lisa Randall, en una entrevista que podéis leer aquí.

Un nuevo (o ya no tan nuevo) Paradigma o punto de vista se presenta ante nosotros, aunque como indica Sonia Fernandez en el siguiente vídeo; "hoy puede parecer algo poético e incluso mágico"...  no quita lo que Hace algo más de 100 años un gran genio llamado Albert Einstein, llegó a descubrir y que en estos tiempos a través de una rama de la física llamada, mecánica cuántica, para seguir avanzando en el conocimiento del universo o multiversos, y quizá la posibilidad de ser creadores de nuestra realidad... Entre otras aplicaciones que este aún desconocido y fascinante estudio del todo (por llamarlo de alguna manera) nos ofrece.

Como dice el título, explicación bastante didáctica y comprensible para todos.