21 de septiembre de 2014

La vasija agrietada - Las imperfecciones

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba todo el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: _Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir_.

El aguador, le dijo compasivamente: _Cuando regresemos a la casa quiero que te fijes en las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino_.

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: _¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza_.
(Tradicional cuento Indú)


Todos tenemos defectos... y nos relacionamos, compartimos, y convivimos con personas con sus particulares "grietas".
Partiendo de que estamos aquí, en esta realidad, para aprender día tras día de nuestra existencia. ¿Qué nos aportaría el ser perfectos?...

Implica un trabajo personal profundo y comprometido, aceptar (no resignarse) nuestros defectos y los de nuestro entorno, para llegar a ser conscientes de que las "grietas" nos ayudan a madurar, a crecer, a ser tolerantes... a convivir en paz con los demás y sobre todo, con uno mismo. 
Evitaríamos así, las "mecánicas" críticas y juicios que se generan en la mente y terminan saliendo por la boca.

Además, creer que tus "defectos" y los de los otros, se presentan ante ti para ayudarte, en vez de para poner piedras en tu camino. Te llevará a ver la vida con "otros ojos", e incluso llegarás a reirte de ti mismo/a.

9 de septiembre de 2014

Resilencia. 10 pilares para fortalecer a la persona

A estas alturas ya sabemos: Que la vida no es ni mucho menos "un camino de Rosas".
Que esperar a que un salvador que nos saque de ciertas situaciones dolorosas, podríamos estar esperándole durante toda una vida.
Que del único que depende tu estado emocional y psíquico, es de ti mismo/a.
De esto último es de lo que trata la Resilencia: de ser conscientes de la existencia de esa capacidad humana, o sea que tenemos todos, que supone una oportunidad para superar los retos que se presentan en el día a día y estar preparado para afrontar los acontecimientos traumáticos que se presentan en la vida de toda persona.



En la página infosalus.com  he encontrado lo que en el "instituto español de resilencia" denominan como; los 10 pilares para fortalecer a la persona.

1. Introspección: Capacidad de observarse, conocerse a si mismo y darse una respuesta honesta en relación al mundo exterior.

2. Motivación personal: Capacidad de darle sentido a la vida creando su propio proyecto transcendente.

3. Autorregulación emocional: Capacidad de afrontar tensiones sin victimismo como parte de la vida, debilitando la respuesta al estrés.

4. Indepedencia y autonomía emocional: Capacidad de mantener distancia emocional y física ante los conflictos sin caer en el aislamiento.
Saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas.

5. Confianza en si mismo y en sus propios recursos: Adecuada autoestima, iniciativa y responsabilidad para lograr autonomía personal.

6. Capacidad de relacionarse: Habilidad para establecer vínculos afectivos con otras personas creando relaciones saludables.
Equilibrar la propia necesidad de afecto con la actitud de ayudar a otros.

7. Actitud positiva y optimismo: Capacidad de resolver problemas de forma creativa, desdramatizando.

8. Sentido del humor y creatividad: Para resolver problemas relativizando y sabiendo encontrar lo cómico en la propia tragedia.

9. Colaboración y compromiso: Capacidad de comprometerse con valores y ayudar a otros.

10. Moralidad, ética y coherencia: Mantener una unidad de vida entre lo que se dice y lo que se hace fundada en criterios sólidos.

6 de septiembre de 2014

Apreciar los contrastes

Lograr llevar una vida sin sobresaltos tanto interiores como exteriores, es deseada por muchos de manera consciente o inconscientemente.
De manera consciente los producimos cuando por ej: queremos pero no podemos, prolongar en el tiempo nuestro periodo de vacaciones.
De forma inconsciente se produce, o mejor dicho, lo sentimos cuando experimentamos un vacío interior, y que no logramos identificar quién o que lo provocó.... Personalmente, de vez en cuando voy identificando a los "invasores". Y esto me da la capacidad de poder apartarlos, o apartarme de ellos.

El caso es que lograr un permanente estado de bienestar (estar bien), no lo logra ni el mismísimo Dalai lama.
La clave para llevar una vida más o menos llevadera, sería apreciar los contrastes que nos ofrece la vida. Porque si nos damos cuenta, la vida se compone de contrastes y si nos dedicamos a etiquetar a las personas y cosas como "blancas o negras", esos sobresaltos los experimentaremos a menudo.

Es decir, aceptar lo que la vida nos ofrece, probando los distintos "sabores" que esta nos proporciona... Solo así, seremos capaces de quedarnos y de valorar positivamente lo "poco o mucho" que tenemos. Entonces estaremos en condiciones de seguir creciendo en todos los sentidos.

Para poder llegar a disfrutar de un buen vino, antes hay que atreverse a beber de cada copa con distintos vinos...
¿Como sabremos cual es el bueno? Cuando probemos los que no nos aportan nada, sabremos cual es adecuado y con el que nos quedamos.