Supongo que ya me entendéis, a partir de aquí cada cual lo aplicaremos a cualquier relación familiar, sentimental, laboral, etc...
Añadiré un ejemplo:
Recordad el momento en el que nos fue regalada nuestra primera bicicleta (también se vale los patines).
Hasta que se consigue dominar a este aparato con ruedas, antes pasamos por un proceso de aprendizaje y algún que otro golpe en rodillas y codos.
Una vez superado este proceso en el que ya le quitamos los ruedines traseros, nos sentíamos libres, veloces y seguros encima de nuestra bici... todo el sufrimiento pasado se disolvió, no queremos acordarnos de lo que nos costó llegar hasta ahí. Tan solo queremos disfrutar de las sensaciones descritas.
Pero la historia continúa; Imaginad que un "buen" día, dejamos a nuestra aliada y querida bici desamparada mientras nos encontramos comprando unas "chuches".
Salimos del local y vemos en medio de la carretera a la bici hecha un desastre... por la razón que se os ocurra, le había pasado un camión por encima de ella.
Total, que todo el bienestar que teníamos se desmorona como un castillo de naipes al verla desguazada. Enrabietados buscamos culpables para desahogarnos y al menos, sentirnos mejor.
Hasta aquí, el ejemplo más o menos común.
Recapitulando sobre lo ocurrido en este año a punto de terminar, soy consciente de que más de un camión ha pasado por encima de lo que consideraba mío. Este apego que normalmente sentimos hacia las cosas o personas, tarde o temprano y lo queramos o no, se desapegan.
Porque en este año si algo he aprendido es, a aceptar que nada es para siempre.
...y viceversa. |
Muy buena reflexión, nada es para siempre, tomando en cuenta que cambia, todo cambia, salvo el cambio mismo. Feliz año nuevo, abrazos en la distancia.
ResponderEliminarGracias Edwin. Feliz y próspero año nuevo!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Obvio. Todo tiene un principio y un fin y pensar en esos fines nos da cierto pánico y vértigo. Creo que lo mejor es ir dejándonos llevar y tomar las decisiones en el momento justo.
ResponderEliminarFeliz año Manu! Buena reflexión, como siempre.
Buena filosofía de vida tienes, Ana :)
ResponderEliminarFeliz y próspero año nuevo.
Hola, con lo que estamos viviendo en la sociedad y cada uno es su vida es una relexión para tener referencias de que de otras hemos salido.
ResponderEliminarAcabo de prepararme para acompañar en perdidas, aún me falta la experiencia de estos acompañamientos, pero si tengo experiencias propias de perdidas, y es cierto lo que dices cuando se integran se diluye el suprimiento.
Própero año nuevo.
Hola Oliva!!
ResponderEliminarEn tu comentario veo y noto que has sacado la esencia del texto, como normalmente me tienes acostumbrado... Gracias por leer y sentir mis letras.
Feliz y próspero año nuevo.
Hola Manu!!!
ResponderEliminares muy difícil aceptarlo, pero en verdad la vida es un continuo aprendizaje y movimiento y eso implica cambios que no siempre en principio entendemos ni vemos en qué nos puede ayudar, pero cuando yo acepté esto empecé a ver las cosas desde otro paradigma y no sufrir o sufrir menos. Seguro que todo lo que te ha sido pisoteado este año ha servido en cierto modo para encontrarte más a tí mismo y otras cosas que ahora son mejores para tí. Espero que en este nuevo año todo te llegue.Un abrazo
Angélica!!... Me agrada conocer tu nombre, Lechu :)
ResponderEliminarSi, el sufrimiento es un "gran" maestro del que se puede aprender alguna que otra lección, y en ello estamos.
Gracias por tus palabras, me han llegado.
También espero que para ti, este nuevo año sea muy productivo en todos los niveles.
Un abrazo!!
Te deseo lo mejor en este año que ha comenzado, y espere que tus sueños se cumpla.Un ABRAZO
ResponderEliminarIgualmente te deseo lo mejor, yosueño.
EliminarUn abrazo!!
Una estupenda reflexión, el estar fuertemente apegado a algo (por ejemplo a una persona) es una de las principales fuentes de infelicidad, ya que si algo pasa con ella (una perdida, una desilusión) generaría un fuerte sentimiento en nosotros, lo mejor es vivir la vida sabiendo que algo puede cambiar en todo momento.
ResponderEliminarTe felicito por el blog.
Un saludo!
Oliver
Muy buena tu aportación, Oliver... Gracias!!
EliminarSaludos!!
Nos apegamos a lo que creemos necesitar... esa necesidad no es siempre cierta, como más tarde descubrimos tras la pérdida. Como bien apuntas el huracán siempre nos acaba alcanzando, pero por suerte nunca se olvida lo de montar en bici. Aprendemos a dominar la ola, aprendemos a aprender...y eso es lo que nos hace libres y sabios: el cambio :)
ResponderEliminarMe encanta tu blog!!!
Un abrazo enorme!!!
Cierto, ese es el problema... el apego.
EliminarUn fuerte abrazo, Favole!!