3 de abril de 2013

Atención presente

El estilo de vida que promueven las grandes corporaciones y los programas de TV. construye la idea de que la felicidad está relacionada con el dinero, la fama o la belleza, pero uno de los estudios más extensos sobre el tema muestra que la acumulación de bienes materiales no tiene una fuerte correlación con la felicidad.

La iniciativa Track Your Happiness, encabezada por Matt Killingsworth, encontró que la atención en el presente es el factor que mayor relación tiene con la felicidad. Utilizando una aplicación móvil, Killingsworth registró los estados de ánimo de cientos de personas en diferentes países correlacionándolo con una serie de respuestas a preguntas como ¿qué estás haciendo ahora? La divagación mental fue igualmente una de las actividades que mayor relación tiene con la infelicidad.

“La felicidad tiene mucho que ver con el contenido de cada momento”, dice Killinsworth. Y este contenido generalmente es mejor recibido cuando es directamente resultado de la actividad inmediata, de lo que esterotípicamente se llama “el aquí y el ahora”.

El estudio muestra que estar enfocados en el presente nos hace aún más felices que divagar mentalmente en cosas placenteras. Concentrarnos en acciones que generalmente son poco placenteras es también más benéfico para nuestro estado de ánimo que divagar durante estas acciones (por ejemplo, concentrarse en conducir un coche en el tráfico nos produce mayor bienestar, que divagar mientras conducimos en el tráfico). Existe una especie de conspiración benéfica en el funcionamiento de nuestro cerebro para que nos adentremos en el instante presente.

Por si eso fuera poco, Killinsgworth concluye que la divagación mental no es una consecuencia de la infelicidad, pero que la atención presente sí puede considerarse una causa de la felicidad.



Los felices beneficios de la atención presente parecen tener que ver con la relajación de la mente. Pensar en cosas que no están en donde estamos, que no sucederán hasta después o que ya han sucedido nos genera comúnmente estrés, en parte porque no podemos hacer nada en ese instante para modificarlas. No estar concentrado en el presente es una forma de invitar fantasmas a nuestra vida. Por otro lado, no estar atentos al presente es una forma poco eficiente de operar en nuestra vida cotidiana, lo cual seguramente –cuando nos damos cuenta de que no hemos hecho nuestro trabajo o de que han pasado horas y ya no fuimos a correr al parque, como nos habíamos repetido– contribuye a generar estrés, una angustia de la procrastinación (según Killingsworth pasamos en promedio 47% del tiempo divagando). En cambio, la atención en el presente no sólo nos permite una mayor proficiencia, refuerza hábitos positivos que se traducen también en mejor aprendizaje y funcionamiento cerebral.

Un estudio de la Universidad de Santa Barbara mostró que un grupo de personas que recibieron un curso de apenas dos semanas de lo que se conoce en inglés como mindfullness (atención mental total) lograron mejores resultados en pruebas cognitivas. El curso consistió en técnicas de meditación y de concentración, entre ellas comer una fruta sin pensar en otra cosa más que comer una fruta. 

Acostumbrarse a enfocarse en el presente evidentemente nos permite concentrarnos con mayor facilidad cuando nos enfrentamos a cualquier tarea, lo cual es la mejor forma de potencializar nuestro desempeño. Mantener la atención en el presente se revela como un estado de meditación o una meditación en movimiento, según la actividad que se realice. La meditación genera hormonas y neurotransmisores que mantienen a punto el sistema inmune –como la oxitocina o la serotonina.

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con el que el estar en presente es lo que realmente nos proporciona felicidad absoluta!!! intento todo lo que puedo permanecer en él y es cierto que poco a poco me hace sentirme más feliz, centrada y sí se puede decir que es una especie de meditación, pues consigue que esté más relajada y sobre todo me siento más libre.
    Lo de centrarse de vez en cuando o en una hora determinada en algo como en la fruta como en la técnica que utilizaron, me parece un tips estupendo.
    Gracias por tu entrada Manu que nos anima a seguir intentando estar en el presente!!!

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  2. Cuando hablan de estar en el presente y ponen ejemplos como lo de comerse la fruta sin pensar en otra cosa, no puedo evitar pensar "buff, qué rollo". Aunque a nivel intelectual soy consciente de que el presente es lo único que tenemos, y de que mis incursiones en el pasado y sobretodo en el futuro me crean problemas, alguna parte de mi sigue amarrada a esos globos que flotan sin un rumbo concreto ¿por qué sentiremos esa atracción por fantasear y en mi caso al menos, no precisamente sobre cosas alegres ?

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    1. Asi es, Julia!! La mente caprichosa tiende a llevarnos de un lado para otro, eso si, casi siempre evitando al momento presente. Creo que de esto se encarga el exterior ( lo que vemos, oímos, olemos...) Quizá la clave sea evitar en la medida que pueda cada uno/a, que los acontecimientos exteriores resuenen en uno mismo... Es un trabajo diario, pero puede que al tomarlo como rutina, incluso nos llegue a gustar y todo :)

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