Fácil es dejarse llevar por los pensamientos, por las emociones, por las circunstancias...También es fácil acostarse en nuestro cómodo colchón. Lo difícil es levantarse de él para tener que cumplir con el trabajo o estudios. Aún así, la mayoría de las personas sanas nos levantamos.
Difícil es gestionar o controlar lo anterior.
¡¡Así es la vida!! un cúmulo de acciones y decisiones que sin querer o queriendo vamos tomando día tras día.
Está claro que la diferencia entre que nos parezca fácil o difícil, radica en la voluntad. Pero para que esta voluntad sea efectiva antes hay que querer, y para querer, antes hay que saber querer.
"Saber lo que se quiere" es el principio para; primero identificar y segundo para ponernos en marcha hacia "lo que se quiere" gestionar, mejorar, cambiar... tanto en nuestro interior, como en las amenazas exteriores.
De esta manera, los adjetivos fácil y difícil poco a poco se irán diluyendo y desapareciendo de nuestro rico vocabulario.
Al final siempre todo depende de la voluntad, de la fuerza interior...fácil y difícil.
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre.
Gracias Eva!!
ResponderEliminarInteresante matiz...
ResponderEliminarUn abrazo Manu!