El AMOR hacia nuestros semejantes y demás seres vivos es el vehículo que nos conduce por el camino del bienestar y la plenitud, lo cuál nos lleva a SER verdaderos humanos.
En el más amplio sentido de la palabra AMOR, bajo mi punto de vista, significa mirar a aquél o aquella sin prejuicios ni miedos, porque estos nos genera una gran barrera o muro que nos encontraremos en el camimo (nuestra vida), el cuál todos tenemos que recorrer.
Según vamos creciendo y avanzando, nos encontraremos con distintas formas de vida y dependiendo de como sean estas formas de vida (humanas, animales o vegetales) amaremos de distinta manera.
En esta reflexión me ocuparé de definir dos formas de generar AMOR hacia los humanos y más concretamente desde la edad adulta, que es cuando tenemos la capacidad y experiencia suficiente para amar.
-Amar a nuestra pareja:
Se basa en el respeto, a partir del respeto generamos comprensión y alegría, transmitimos seguridad y felicidad a nuestra pareja, así el "camino" se hará más llevadero para ambos.
-Amar a los hijos:
A nuestros descendientes, la mejor manera de amar es, quitándole los miedos que en la infancia y juventud todos nos encontramos.
En otras palabras, AMAR es, limpiar el camino que debemos recorrer como seres humanos, ayudando a los demás a destruir muros que nuestras mentes van creando, quitando los "escombros" de su camino para así lograr que avancen por un camino limpio y puro, llegando a la meta de este camino llenos de felicidad y con la sensación de que todo está bien, porque has dado lo mejor de tí durante el recorrido de este camino, que es el de la vida.
Manu.