Hay ocasiones en las qué coincido y hablo con personas, a las qué parece qué su conversación se centra sobre ellas mismas, o si lo hacen sobre un tercero, lo hacen para emitir alguna crítica, valoración, juicio...
Sin embargo, dialogo con otras qué más qué hablar, escuchan, ofreciéndome algún qué otro gesto en forma de sonrisa.
No voy a valorar ni una ni otra forma de ser, cada uno somos como somos, es más, cada cúal dependiendo del momento, podemos adoptar una u otra personalidad.
Lo qué si voy a hacer es plasmar mi experiencia:
Con los primeros, no lo voy a negar, entraba en el mismo "juego". Si uno me decía qué había corrido a un ritmo constante, sin descansar, durante cuatro kilómetros... yo lo había hecho durante cinco km. ¡Y haber quién da más!.
Con el tiempo, después de tantas "batallas" caí en la cuenta de qué; no es qué me molestara, si no, qué yo era así... es decir, qué inconscientemente me sentía reflejado en esa personalidad, pero conscientemente me incomodaba, salía de la conversación como bajo de energía... ¡Una paradoja más!.
Con los segundos, lo admito, antes los veía como personas sin gracia, introvertidas y con baja personalidad...
Ahora sé qué me respetaban y no querían o no les apetecía, entrar en el juego del ego.
Para finalizar y coincidiendo con la época estival o de vacaciones para muchos, fijaros en estos a su vuelta:
Unos nos contarán con todo lujo de detalles sus tan merecidas vacaciones, describiendo cada lugar por los qué han pasado.
Otros nos dirán (si es qué lo cuentan) simplemente qué han disfrutado y aprovechado, durante su periodo vacacional.
Es muy posible que todos interpretemos las mismas conductas de una forma u otra en algún momento.
ResponderEliminarSerá por eso que me identifico con los dos ejemplos que pones.
Será cuestión de buscar nuestro centro, un equilibrio qué nos mantenga en una posición más estable y llevadera.
EliminarComo dice una canción: "Depende, todo depende, según como se mire, todo depende"...
ResponderEliminarPues eso, depende especialmente de con quien estés y cómo estés en ese momento.
Todos hemos hecho eso...dependiendo no solo de nosotros.
Si es qué hay personas qué son capaces de sacarnos de nuestras "casillas"...
EliminarCreo qué de nosotros depende, el intentar evitar qué nos saquen de dichas casillas :)
Para mi es más común verme reflejada en el primer caso, aunque luego me siento mal. A veces trato de escuchar e intervenir poco, pero me cuesta trabajo y tampoco termino de estar conforme, me parece que juzgo al resto que esta hablando o de ellos, o criticando a otros.
ResponderEliminarGracias por tu sincera aportación!!
EliminarBuena evolución, ¿verdad Manu?. Personalmente el primer tipo de personas del que hablas me agota, esas sí que bajan mi energía, por lo que procuro no pasar mucho tiempo con ellas. Con las segundas, me ocurre que me despiertan un irrefrenable interés por saber más de ellas, de intentar conocer su interior.
ResponderEliminarEn ello estoy, en intentar conocerme a mi mismo... Tarea nada fácil!!
EliminarInteresante tu opinión personal, Gracias!!
Yo directamente desconecto de los primeros. Seguramente antes me sacaban de mis casillas, pero si no me importan demasiado, paso del "y yo más". Al final la vida suele posicionarnos con el "y yo más" porque la mitad de lo que cuentan suele ser mentira...
ResponderEliminarBuena reflexión...
Ya veo qué "vienes de vuelta", o dicho de manera análoga... has evolucionado. ;)
EliminarCreo que todos podemos llegar a ser muy superficiales con la compañía adecuada (o mas bien inadecuada), lo bueno es darnos cuenta de que no nos satisface comunicarnos en ese nivel, y eso nos hace buscar otras compañías y otros niveles de comunicación. Una vez leí que a las personas se les puede clasificar en tres grupos: los que hablan de cosas, los que hablan de personas, y los que hablan de ideas; y a mi me parece que esto es también una clasificción del nivel evolutivo de las personas. Enhorabuena por estar en el "nivel avanzado".
ResponderEliminarInteresante lo de los tres grupos!! me ha llamado mucho la atención.
EliminarGracias!!
Tod@s somos espejos unos de otr@s, y lo importante es ser conscientes de aquello que nos reflejan las personas con las que interactuamos y aceptarlo sin juicios tampoco hacia nosotros mismos, todo es un aprendizaje. Ser auténtico nos hace empoderarnos y no quedarnos sin energía cuando nos relacionamos con otr@s.
ResponderEliminarYo por mi parte,de forma educada si me puedo evitar ver miles de fotos de las vacaciones de otr@s lo haré, la verdad es que me aburre bastante, jajaja....
Hoy en día esas fotos nos las "cuelgan" por todos lados... así qué difícil evitar verlas :)
EliminarLa expresión que me gusta para definir estas situaciones es (diálogo de besugos)y es bastante más frecuente de lo que podamos imaginar. Lo importante es ser consciente de ello, participar y salir lo menos tocado. Tener presente que cuando una situación resulta cargante en exceso es que estamos descubriendo nuestros defectos en los demás, vienen a ser un espejo y eso nos irrita con la contrapartida de que sucede lo mismo al otro; terrible... el resultado. Situaciones pesadas siempre las habrá si es posible que no te pillen desprevenido y ser conscientes de nuestros límites para saludar y despedirse antes de que el agotamiento vaya a más.
ResponderEliminarLa situación más peculiar es la de la visita a lo enfermos... ni una reunión de pescadores es más exagerada, que si yo tuve... a mi vecino le dieron tres días y todavía....
Un abrazo Manu
Gracias Juan!! por tu estupenda aportación al blog.
EliminarUn abrazo!