Voy creciendo y hoy lo veo así, aunque normalmente me considero una persona demasiado sincera (por cierto, una gran responsabilidad), en alguna ocasión, he utilizado a la mentira como escudo y otras veces como, digamos, para propinar a otro/a un "navajazo por la espalda".
Por ello hoy en día puedo hablar sobre esto, porque antes de "policía he sido ladrón". Y porque supongo, qué he puesto y pongo interés en aprender.
Considero qué aparte de lo dicho, ser un mentiroso también se utiliza como una herramienta de supervivencia, quizá porque no hemos desarrollado otras herramientas para encajar en este mundo.
¿Ser así nos convierte en malas personas?
Más bién yo creo y simplificando, qué son personas poco evolucionadas aún ancladas en el miedo.
Concluyendo... La verdad y la mentira son polos opuestos, por lo qué según el principio de polaridad; lo uno sin lo otro no podría existir.
Las consecuencias qué nos generaría el inclinarnos hacia uno de los polos... creo qué ya las sabéis, sinó, qué "tire la primera piedra" el qué no haya pasado por estas situaciones.
La clave; Ser sinceros con nosotros mismos... las demás personas lo notarán.
Ciertamente es una gran responsabilidad ser sinceros, sobre todo con uno mismo, pero también crea una gran satisfacción porque te das cuenta que estás empoderado y que ya no cedes tu poder a nadie, ni siquiera para sobrevivir. Cuando lo habitual es que sea así, es difícil no volver a ser sincero, y cuando expresas tu verdad desde la posición de saber que realmente esto es lo que quieres y te sientes libre para hacerlo y con derecho a hacerlo sin que te importe lo demás, generalmente la gente entiende bien esta verdad aunque no la comparta, y suele respetarla.Evidentemente hay de todo, y habrá personas que rechacen la verdad de otros, y generalmente como tú bien dices detrás de esto se esconde el miedo,... me alegro por tí que te atrevas a decir tu verdad, eso lleva una gran aceptación y valor
ResponderEliminarAl mentir, estamos generando un conflicto interior qué al menos a mí no me aporta nada bueno... por lo qué, lo dicho; Intento ser sincero conmigo mismo.
EliminarGran comentario, lechuza... y gracias por tus últimas palabras!!
Hummmm, yo creo qeu no existe nadie en el mundo que peque de ser absolutamente sincero, además creo que no siempre es bueno ser sincero al 100%, pero bueno, depende de para qué. Yo prefiero omitir la verdad que mentir, está claro.
ResponderEliminar;-)
Muy bueno eso de omitir la verdad, eso sería una manera de encontrar el equilibrio entre los dos polos.
EliminarYo he mentido. Pero es de las cosas que más odio y, curiosamente que no perdono. Si alguien me miente, me traiciona. Lo veo así.
ResponderEliminarNo suelo mentir ya nunca. Y, antes prefiero callar que mentir. Si hay algo que no quiera decir, callaré o diré si no quieres que te mienta...no preguntes. Prefiero eso, a mentir.
No me gusta traicionar, pq para mi...siempre que me mienten, me traicionan.
No soy tan comprensivo como tu.
Al igual qué analogías, veo qué has encontrado el equilibrio.
EliminarMe parece muy sincero tu comentario y por ello te doy mi enhorabuena.
Creo que hay mentiras y mentiras. Creo que es realmente difícil, y probablemente ingenuo pretender pasar por la vida sin una sola mentira. La mentira también es una herramienta, y hay que saber usarla; y eso implica usarla responsablemente. Mentir no nos convierte el malas personas, utilizar la mentira en nuestro beneficio y en detrimento de los demás sí.
ResponderEliminarAl menos es lo que yo pienso, y tampoco me gusta mentir como costumbre. Creo que la clave es lo que dices al final, no mentirnos a nosotros mismos.
Un abrazo!
Gracias Ehse, por expresar tu opinión en mi pequeño espacio.
EliminarUn abrazo!!
Las polaridades hay que usarlas actuando en consecuencia, somos seres polares que duda cabe, sin embargo el miedo que nos lleva a mentir se sitúa lejos de la mentira como polaridad y creo que Ehse tiene razón cuando dice que hay mentiras y mentiras...
ResponderEliminarUn abrazo Manu