Lograr llevar una vida sin sobresaltos tanto interiores como exteriores, es deseada por muchos de manera consciente o inconscientemente.
De manera consciente los producimos cuando por ej: queremos pero no podemos, prolongar en el tiempo nuestro periodo de vacaciones.
De forma inconsciente se produce, o mejor dicho, lo sentimos cuando experimentamos un vacío interior, y que no logramos identificar quién o que lo provocó.... Personalmente, de vez en cuando voy identificando a los "invasores". Y esto me da la capacidad de poder apartarlos, o apartarme de ellos.
El caso es que lograr un permanente estado de bienestar (estar bien), no lo logra ni el mismísimo Dalai lama.
La clave para llevar una vida más o menos llevadera, sería apreciar los contrastes que nos ofrece la vida. Porque si nos damos cuenta, la vida se compone de contrastes y si nos dedicamos a etiquetar a las personas y cosas como "blancas o negras", esos sobresaltos los experimentaremos a menudo.
Es decir, aceptar lo que la vida nos ofrece, probando los distintos "sabores" que esta nos proporciona... Solo así, seremos capaces de quedarnos y de valorar positivamente lo "poco o mucho" que tenemos. Entonces estaremos en condiciones de seguir creciendo en todos los sentidos.
Para poder llegar a disfrutar de un buen vino, antes hay que atreverse a beber de cada copa con distintos vinos...
¿Como sabremos cual es el bueno? Cuando probemos los que no nos aportan nada, sabremos cual es adecuado y con el que nos quedamos.
De manera consciente los producimos cuando por ej: queremos pero no podemos, prolongar en el tiempo nuestro periodo de vacaciones.
De forma inconsciente se produce, o mejor dicho, lo sentimos cuando experimentamos un vacío interior, y que no logramos identificar quién o que lo provocó.... Personalmente, de vez en cuando voy identificando a los "invasores". Y esto me da la capacidad de poder apartarlos, o apartarme de ellos.
El caso es que lograr un permanente estado de bienestar (estar bien), no lo logra ni el mismísimo Dalai lama.
La clave para llevar una vida más o menos llevadera, sería apreciar los contrastes que nos ofrece la vida. Porque si nos damos cuenta, la vida se compone de contrastes y si nos dedicamos a etiquetar a las personas y cosas como "blancas o negras", esos sobresaltos los experimentaremos a menudo.
Es decir, aceptar lo que la vida nos ofrece, probando los distintos "sabores" que esta nos proporciona... Solo así, seremos capaces de quedarnos y de valorar positivamente lo "poco o mucho" que tenemos. Entonces estaremos en condiciones de seguir creciendo en todos los sentidos.
Para poder llegar a disfrutar de un buen vino, antes hay que atreverse a beber de cada copa con distintos vinos...
¿Como sabremos cual es el bueno? Cuando probemos los que no nos aportan nada, sabremos cual es adecuado y con el que nos quedamos.