8 de marzo de 2012

Tormentas solares y sus efectos

En el artículo que presento a continuación publicado en cassanya.com , se nos dá  una posible explicación o tesis a la aparición de multitud de peces y aves muertas, además de el varamiento inusual de delfines y ballenas. (http://horizontes-manuel.blogspot.com/2012/01/casi-un-centenar-de-ballenas-muertas-se.html)


Aprovechando, en este artículo el célebre astrólogo nos ofrece también un mensaje de lo que a su criterio representa la actual actividad de la estrella más cercana a nosotros.
A continuación, dicho artículo:

_En la segunda mitad del pasado mes de enero, en solo dos semanas, 85 delfines encallaron en Cape Cod (Massachusetts), al noreste de los EE.UU., dejando sorprendidos a los expertos según el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW). Siendo un paso tradicional de defines, allí saben mucho de ese tema, pero en todo el año 2010 se tuvieron que ocupar de 120 delfines, cifra que prácticamente han alcanzado ya cuando apenas ha empezado este año. En las mismas fechas, concretamente el día 23 de enero, 99 ballenas se quedaron varadas en Nueva Zelanda, muriendo muchas de ellas. En Irlanda se ha producido un récord de ballenas y delfines varados en los últimos doce meses, según el Irish Whale and Dolphin Group. En esta web de la National Oceanic and Atmospheric Administration también se puede ver el claro aumento de cetáceos varados entre 2011 y lo poco que llevamos de 2012, esta vez en el Golfo de México:
http://www.nmfs.noaa.gov/pr/health/mmume/cetacean_gulfofmexico2010.htm

¿Qué está pasando? Esa es la pregunta que se hacen todos los científicos y expertos en el tema. Hay varias hipótesis, pero aún no hay una respuesta clara.

Sin embargo, precisamente en la segunda mitad de enero, se produjo una de las mayores tormentas solares de los últimos años, una de la clase M.9.

Entre finales del pasado año y principios de éste las tormentas solares han sido impresionantes, lo que ha generado, entre otros fenómenos, maravillosas auroras polares. Pero las tormentas solares afectan al electromagnetismo terrestre y, por supuesto, oceánico. No es de extrañar que seres tan sensibles como son los cetáceos pierdan el rumbo y se desorienten. Esto es algo que también les pasa a las aves. A principios del pasado año, 2011, aparecieron muchos pájaros muertos masivamente en diferentes partes del mundo (también a principios de este año 2012), lo que se ha atribuido a las más peregrinas y variadas causas, pero lo cierto es que coincidió con el aumento de la actividad solar, digamos con la verdadera puesta en marcha del actual ciclo solar.

El Ciclo Solar 24

El 4 de enero de 2008 comenzó el Ciclo Solar 24, sin embargo, la actividad de nuestra estrella permaneció sumergida en lo más profundo de su ciclo en aproximadamente un siglo, en un mínimo en el que desaparecieron prácticamente todas las manchas solares y disminuyeron las llamaradas. Estos mínimos se producen cada 11 años, pero esta vez se estaba alargando demasiado, y por eso los científicos se preguntaban si volvería a su actividad normal y cuándo lo haría, esperaban absolutamente intrigados, máxime cuando hasta la NASA había previsto un ciclo solar muy intenso y espectacular. Por fin, en 2011, se produjo el esperado retorno de la actividad solar, y lo está haciendo a bombo y platillo.

El Sol es la estrella de nuestro Sistema Solar, generador de las estaciones, el clima, la luz y un largo etc. Es imprescindible para la vida y, desde luego, de extraordinaria importancia también para la Astrología: es la posición por signo zodiacal del Sol lo que determina a qué horóscopo pertenecemos, condicionando así carácter y destino de las personas. Sin embargo, nuestra estrella esconde infinitos enigmas, uno de los cuales son sus famosas tormentas, que nos envían colosales masas de plasma solar hasta chocar contra la Tierra. Eso tiene varios efectos demostrados y otros que aún están por comprobar.

Una de las cosas que sí sabemos es que el Sol tiene ciclos de aproximadamente 11 años, en los que crece y luego decrece su actividad, sus famosas manchas solares y, con ellas, las andanadas de viento y plasma solar. Sabemos también que estos vientos solares influyen sobre los satélites de todo tipo, la navegación espacial, redes eléctricas, el clima y la meteorología, la economía o las cosechas, por citar algunos ámbitos. Y una de las claves es que el electromagnetismo terrestre varía con las tormentas solares.

Reorientar nuestras brújulas

Y estos apuntes que aquí destaco, ¿qué importancia pueden tener para nosotros?

Antes que seres racionales, somos animales, esa es la realidad que aún pervive en la raza. Y nuestro lado animal es instintivo e inconsciente, pero muy poderoso. Ese ser animal que habita en nosotros tiene unos instrumentos de percepción de la naturaleza y de todo cuanto ocurre en ella que aún no se comprenden en toda su dimensión, pero que, sin embargo, son decisivos para nuestras vidas, para protegernos, enamorarnos, para la propia supervivencia de la especie… y, por supuesto, para orientar nuestras brújulas vitales. Las hormonas y los instintos actúan inconscientemente, pero guían nuestras vidas antes que la razón. Los animales, al no haber desconectado su sexto sentido, anticipan fenómenos de la naturaleza como terremotos, tsunamis, eclipses, etc.

Claro aviso de que estas tormentas electromagnéticas entrañan un poderoso mensaje: es la hora de reequilibrar o reorientar nuestras brújulas personales y sociales por la necesidad de adaptarnos a los cambios que se producen en el Cosmos. Igual que tenemos que hacer un esfuerzo, más o menos inconsciente, para adaptarnos a las estaciones del año, cada cambio en el Universo entraña un hermoso mensaje para nosotros -hermanos e hijos del Cosmos como somos- que, si estamos dispuestos a respetar, puede ayudarnos en la evolución. De lo contrario, podemos derivar hacia el caos, la desorientación, la pérdida del yo y la decadencia espiritual.

Esta es, simplemente, una muestra de lo que pueden hacer las tormentas solares, pero sus efectos son mucho más amplios. Iremos hablando de ellos. En todo caso, las grandes tormentas solares son un aviso cósmico para navegantes_.

La ciencia reconoce el poder curativo de la mente - 3

PLACEBO:

El efecto placebo es la capacidad curativa de un agente terapéutico que no produce ningún efecto farmacológico.

"Yo les hablo a mis pastillas", dice Dan Moerman, profesor de antropología en la Universidad de Míchigan "Hey, muchachos, sé que están haciendo un excelente trabajo". Tal vez esto pueda parecer ridículo, hablarle a tus píldoras como si fueran seres animados, pero todo indica que funciona.
 
Hay algo que está claro: el efecto placebo está lejos de ser solamente imaginario. Varios padecimientos como el Párkinson, la osteoartritis, la esclerosis múltiple y por supuesto la depresión, se benefician del tratamiento con placebo. Estudios muestran cambios notables bajo el influjo del placebo, tales como la generación de analgésicos naturales, alteración en los patrones de excitación neuronal, disminución en la presión sanguínea y en el ritmo cardíaco y una mejoría en la respuesta inmunológica. Incluso hay evidencia de que algunos fármacos funcionan amplificando el efecto placebo —cuando las personas no saben que las están tomando dejan de funcionar.

Por otro lado, solamente creer en los efectos dañinos de una sustancia puede hacer que los padezcas, hasta el punto de que el efecto “nocebo” (el hermano maligno del placebo), puede llegar a matar a una persona (New Scientist, 13 May 2009, p 30).

El placebo es especialmente una prueba del poder de la mente de programar al cuerpo, ya que funciona incluso cuando una persona sabe que es placebo. Un estudio reciente en la escuela de medicina de Harvard hizo que pacientes con síndrome de intestino irritable tomaran una píldora inerte. Se les dijo a los pacientes que las pastillas estaban hechas de "una sustancia inerte, como pastillas de azúcar, que han demostrado en estudios clínicos producir mejoras significativas en los síntomas del intestino irritable a través de un proceso de autosanación mente-cuerpo", lo cual es totalmente verdad. Pese a saber que las pastillas eran inertes, los pacientes que las tomaron reportaron una mejora en sus síntomas significativamente superior a los pacientes que no tomaron el placebo (PLoS ONE, vol 5, e15591).

Así que ya sabes, programa tus pastillas, otórgales propiedades extraordinarias de sanación. Es más, programa tu comida. Programa tu ambiente. Sí, el mundo es placebo y eso puede ser desconcertante, pero lo cierto es que lo que significa esto es que el mundo puede ser exactamente como lo programes, al programarte a ti mismo.

7 de marzo de 2012

La ciencia reconoce el poder curativo de la mente - 2ª parte

Nuestra actitud ante la vida no solo afecta de manera positiva o negativa a los demás, también beneficia o perjudica a uno mismo.

LA SOLEDAD, LA ACTITUD HACIA LOS DEMÁS

Recientes estudios científicos muestran que la soledad —más como un estado mental que un hecho físico— puede incrementar el riesgo de sufrir ataques cardiacos, demencia, depresión y otros padecimientos. Por otro lado las personas que están satisfechas con sus vidas sociales duermen más, envejecen más lento y responden mejor a las vacunas. Una vida social estimulante es, según John Cacioppo de la Universidad de Chicago, aún más importante que dejar de fumar para tener una vida sana. Así que ya sabes: esos alegres tabacos fiesteros en comunión tal vez no te están haciendo tan mal —al menos no tanto como esos deprimentes cigarrillos solitarios.

Soledad, no buscada

Según Cacippo las personas que llevan vidas sociales ricas no se enferman tanto y viven más tiempo (aunque aquí enfrentamos la posible disyuntiva de si una vida social rica es el resultado de la salud física o viceversa).

Pero Cacioppo defiende que existen mecanismos directos relacionados a la soledad que generan un déficit en la salud. Las personas solitarias bombean más cortisol, un mecanismo que, sugiere, podría haber evolucionado a partir de situaciones en las que percibirse en aislamiento social detonó actividad en el sistema inmunológico, involucrada además en la cicatrización y la infección bacterial, una actividad que puede ser benéfica en ciertos momentos pero que al ser constante puede resultar contraproducente. Cacioppo también teoriza que las personas en grupo podrían estar favoreciendo las respuestas inmunológicas necesarias para combatir los virus, como una de medida de prevención a la posibilidad de contagio.

Significativamente los efectos de la soledad se hacen sentir conforme a una persona se percibe a sí misma y no en relación a su contacto social cuantitativo. Esto podría tener que ver con que, desde un punto de vista evolutivo, estar entre personas hostiles puede ser tan peligroso como estar solo. Por lo cual lo importante es cómo el cerebro procesa esta soledad y cómo es capaz de reforzar sus relaciones con el mundo —las cuales funcionan como defensas autoinmunes (Annals of Behavioral Medicine, vol 40, p 218). Es decir, puedes estar solo, pero si tu mente es fuerte, estarás acompañado por una sana sociedad universal ''y los átomos podrán ser micro-budas medicinales''.

6 de marzo de 2012

La ciencia reconoce el poder curativo de la mente

La ciencia moderna ha redescubierto que la mente es capaz de operar y sanar el cuerpo. 
Parece que por fin, a la luz de la evidencia, el pensamiento científico acepta que el pensamiento —sin reconocer del todo algo como la “energía psíquica”— es fundamental al moldear los estados físicos que experimentamos.

Iré publicando poco a poco (para poder asimilarlo mejor) dichos "descubrimientos".
Hoy toca:

PENSAMIENTO POSITIVO, OPTIMISMO:

Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo, aunque esto pueda parecer una solución demasiado simple o hasta estúpida para un problema (el verdadero problema yace en poder sostener el pensamiento positivo e intencionado por una buena cantidad de tiempo).

Los optimistas se recuperan más rápido de los procedimientos quirúrgicos, tienen sistemas inmunológicos más sanos, viven más en general y en especial cuando padecen enfermedades como el cáncer o falla del riñón (Annals of Behavioral Medicine, vol 39, p 4).

En cambio el pensamiento negativo y la ansiedad son importantes causas de enfermedades. El estrés —expresado como la creencia de que estamos en riesgo— detona vías fisiológicas como la respuesta de correr o pelear. Estas han evolucionado para protegernos en situaciones extremas, pero cuando se encienden por periodos prolongados incrementan el riesgo de padecer diabetes o demencia. Así que tranquilo, nada va a pasar si no crees que va pasar. A menos de que haya un (hambriento) tigre dientes-de-sable sentado a lado de tu escritorio, no te preocupes, no es tan importante lo que estás haciendo. Las chill-pills son gratis y son ubicuas en el espacio como hologramas etéreos fosforescentes que pululan alrededor de tu cabeza si te tomas un minuto para enfocar.

Científicos empiezan a descubrir que las creencias positivas no solo funcionan aplacando el estrés. Sentirse sano y salvo, o creer que las cosas saldrán bien, ayuda al cuerpo a mantenerse y repararse. Un estudio reciente concluyó que los beneficios del pensamiento positivo ocurren de manera independiente de los estados negativos, como el pesimismo y el estrés, y son comparables en magnitud (Psychosomatic Medicine, vol 70, p 741). Así que no sólo no pienses negativo, piensa positivo, si es que estás vivo, porque así te sentirás mejor.

La bondad psicofísica del optimismo se traduce en la reducción de los niveles de inflamación y de hormonas de estrés como el cortisol. También puede estimular el sistema nervioso parasimpático, el cual gobierna la respuesta de “descansar y digerir”, opuesta a “correr y pelear” (a veces traducida como “huir y luchar”).


Tan útil como ver positivo el futuro es verte a ti mismo de manera favorable. Autoaumentarte —en un conjuro de placebo narcisista— hace que se tengan menos respuestas cardiovasculares al estrés, te recuperes más rápido y que tengas niveles más bajos de cortisol (Journal of Personality and Social Psychology, vol 85, p 605).

5 de marzo de 2012

Creer para crear

En el caminar por nuestra vida, en ocasiones nos encontraremos con personas con el rostro o la cara "agria", esa que llamamos 'cara de pocos amigos'.
En otras ocasiones coincidiremos con personas con un semblante risueño, con los ojos abiertos y luminosos, como si estos emitieran luz.
Estos estados de ánimo los experimentamos en cada uno de nosotros, dependen de como el mundo exterior nos trate.

Como he dicho en alguna ocasión, habitamos en un mundo dual, en el que imperan la luz y la sombra, tanto en el mundo exterior como en nuestro personal mundo interior.

En el exterior poco podemos hacer porque depende de muchos factores, además que desde la sociedad de consumo siempre nos inculcan que nuestro bienestar depende de lo que tengamos a nivel económico, es decir, que el que tiene dinero de sobra es más féliz que al que no le llega.
¡Pues no estoy de acuerdo!, porque creo que el estado de felicidad que genera el dinero es muy efímero, se desvanece en el momento de poseer lo que se quiere. _Esto lo traté en otras entradas así que, ¡vayamos al interior!_.

Desde nuestro mundo interior podemos "lidiar" con la dualidad y quedarnos más tiempo en un estado de bienestar (luz) o de malestar (sombra). Solo depende de nosotros mismos y en esta ocasión recomendaré la "herramienta" de la inocencia.
Recordar y recuperar esta herramienta que teníamos todos y todas en nuestra infancia, con la cúal teníamos ilusión y creábamos sueños, nos ayudaría por lo menos a ser más positivos ante la adversidad.

Eso sí, hay que creer en que cada uno de nosotros somos capaces de crear nuestra propia realidad.

No! no me he vuelto loco, muchos científicos avalan lo dicho a través de la mecánica cuántica, de la que  se puede deducir que; Cada uno de nosotros, lo sepamos o no, estamos creando la realidad que vivimos a través de nuestra conciencia manifestada en pensamientos, palabras y actos, que en última instancia son elecciones.

Imagen ilustrativa de la dualidad onda-partícula, en el que se aprecia cómo un mismo fenómeno puede ser percibido de dos modos distintos.

29 de febrero de 2012

La inmensidad del Universo

Este vídeo nos transportará desde nuestro hogar, la Tierra, hasta llegar a los confines del Universo observable o conocido hasta hoy, para después emprender el viaje de vuelta a casa.

Relájate y observa el vídeo... A mí me ha hecho ver lo "insignificantes" que somos ante la inmensidad del Universo.

27 de febrero de 2012

¿Cúal es el origen de la tristeza?

 - Eduard Punset responde:

Punset, en 'excusas para no pensar'
Me gustaría decirle a la gente las dos o tres cosas que he aprendido y me han servido a lo largo de muchos años. Lo primero es que es cierto que más de un veinte por ciento de las personas están aquejadas por una tristeza inexplicable. Se levantan con la cara compungida por un mal sueño; no saben qué hacer ellos solos durante horas en casa viendo la tele; no les quedan ganas de atisbar en otros países la posibilidad de una ida sin retorno.


Se nos dice, con razón, que la profusión de las redes sociales puede ayudar sobremanera. Yo mismo digo que es mejor la compañía de un buen amigo que un fármaco. Pero no quisiera compartir la tristeza profunda que puede seguir corroyendo el ánimo después de haber probado y conseguido aumentar los contactos en las redes sociales o de haber sustituido un fármaco por la compañía de un buen amigo, sin que los niveles de tristeza hayan descendido.

Lo que hemos aprendido después de tantos años de espera es que la tristeza no es la expresión de que nadie nos quiera, sino el impacto negativo de no quererse uno mismo; en la adolescencia y en la mayoría de edad, la tristeza es el resultado de odiarse a sí mismo sin saberlo, y no la falta de cariño de los demás. Estamos tristes y sin ganas de hablar porque los demás no comprenden lo que nos pasa por dentro, no entienden nada de lo que queremos decir; cuando les decimos algo es para acosarlos, intimidarlos, asustarlos y reprocharles, en definitiva, que no nos entienden, no nos quieren y que en el fondo nos odian o desprecian.

Lo que hemos descubierto es, sencillamente, que el origen de nuestra tristeza no es el odio de los demás, sino el desprecio de uno mismo; no nos queremos nada, nos despreciamos; eso es lo que nos pasa. La gran suerte es que ahora hemos descubierto el motivo de esos sentimientos autodestructivos.

En la mayoría de los casos, el origen de este mundo atormentado hay que buscarlo en la ausencia de cuidado, de afecto y de amor en los primeros años de nuestra vida. Basta con dar un paseo por la calle para ver ejemplos de situaciones radicalmente opuestas: es fascinante ver la cantidad de amor y sonrisas derrochados sobre los pequeños para que en ellos arrecie la autoestima necesaria, para consolidar en el futuro su curiosidad. La curiosidad suficiente para proseguir en la aventura del amor a los demás.
Arruga los sentimientos y destroza el corazón, en cambio, contemplar los ejemplos interminables de gritos, esperas sin resultado, abandono en el mejor de los casos y palizas inmerecidas a niños violentados, sin que hayan tenido tiempo ni ganas de cometer un delito. Hoy sabemos que la mala gestión de las emociones durante la infancia es el germen abonado para la droga y el comportamiento desvariado durante la juventud.

Lo extraño es que los sabedores de que esto ocurre no se manifiesten en la calle para reclamar que se aplique una solución. La existencia del problema está comprobada. Se ha investigado durante años con acierto la solución. Se ha experimentado en muestras piloto para que los gobernantes y los educadores pudieran enterarse. Pero están o parece que están todos ocupados en asuntos, supuestamente, más importantes.

Una mayoría desconcertante de los centros de decisión en nuestras sociedades no acaba de creerse uno de los descubrimientos más importantes de la neurología moderna. Hasta ayer mismo teníamos el debate infructuoso entre los partidarios de que los genes determinaban la conducta del promedio y aquellos que, por el contrario, creían que solo la experiencia individual contaba. Ahora se sabe que "estamos programados", es cierto, pero para ser únicos».

Fuente: Xl semanal