La ciencia moderna ha redescubierto que la mente es capaz de operar y sanar el cuerpo.
Parece que por fin, a la luz de la evidencia, el pensamiento científico acepta que el pensamiento —sin reconocer del todo algo como la “energía psíquica”— es fundamental al moldear los estados físicos que experimentamos.
Hoy toca:
PENSAMIENTO POSITIVO, OPTIMISMO:
Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo, aunque esto pueda parecer una solución demasiado simple o hasta estúpida para un problema (el verdadero problema yace en poder sostener el pensamiento positivo e intencionado por una buena cantidad de tiempo).
Los optimistas se recuperan más rápido de los procedimientos quirúrgicos, tienen sistemas inmunológicos más sanos, viven más en general y en especial cuando padecen enfermedades como el cáncer o falla del riñón (Annals of Behavioral Medicine, vol 39, p 4).
En cambio el pensamiento negativo y la ansiedad son importantes causas de enfermedades. El estrés —expresado como la creencia de que estamos en riesgo— detona vías fisiológicas como la respuesta de correr o pelear. Estas han evolucionado para protegernos en situaciones extremas, pero cuando se encienden por periodos prolongados incrementan el riesgo de padecer diabetes o demencia. Así que tranquilo, nada va a pasar si no crees que va pasar. A menos de que haya un (hambriento) tigre dientes-de-sable sentado a lado de tu escritorio, no te preocupes, no es tan importante lo que estás haciendo. Las chill-pills son gratis y son ubicuas en el espacio como hologramas etéreos fosforescentes que pululan alrededor de tu cabeza si te tomas un minuto para enfocar.
Científicos empiezan a descubrir que las creencias positivas no solo funcionan aplacando el estrés. Sentirse sano y salvo, o creer que las cosas saldrán bien, ayuda al cuerpo a mantenerse y repararse. Un estudio reciente concluyó que los beneficios del pensamiento positivo ocurren de manera independiente de los estados negativos, como el pesimismo y el estrés, y son comparables en magnitud (Psychosomatic Medicine, vol 70, p 741). Así que no sólo no pienses negativo, piensa positivo, si es que estás vivo, porque así te sentirás mejor.
La bondad psicofísica del optimismo se traduce en la reducción de los niveles de inflamación y de hormonas de estrés como el cortisol. También puede estimular el sistema nervioso parasimpático, el cual gobierna la respuesta de “descansar y digerir”, opuesta a “correr y pelear” (a veces traducida como “huir y luchar”).
Tan útil como ver positivo el futuro es verte a ti mismo de manera favorable. Autoaumentarte —en un conjuro de placebo narcisista— hace que se tengan menos respuestas cardiovasculares al estrés, te recuperes más rápido y que tengas niveles más bajos de cortisol (Journal of Personality and Social Psychology, vol 85, p 605).
Me parece sumamente interesante todo esto que dices. Desde ahora sigo tu blog, y con tu permiso vendré a leer más despacio todo esto que cuentas.
ResponderEliminarGracias Ángela y bienvenida.
EliminarCon mi permiso y sin él, este mi pequeño espacio siempre estará abierto para vosotr@s.
Saludos.
Muy interesante la entrada, y por tanto, esperando ya el resto. Qué importante el pensamiento positivo, lástima que no nos enseñen de pequeños a manejarlo, ya que de adultos el esfuerzo ha de ser mucho mayor. Aaayyy con lo que me ha servido a mi aprender la bisectriz, el complemento circunstancial,... :)
ResponderEliminarEl sistema educativo que nos han impuesto en nuestra sociedad, parece que siempre ha evitado hablar de estos temas.
EliminarAún así tengo fé en que algún día (espero que no muy lejano) se nos eduque en base a gestionar nuestro interior, para así, crear paso a paso un mundo mejor y más justo.
Gracias Vilu por dar tu opinión.
Pensamiento positivo y pensamiento negativo. EL POSITIVO para vivir sano y en paz, pero el Negativo a ayudado a la humanidad en las situaciones extremas, entonces tampoco es tan malo. Lo ideal sería un buen equilibrio entre los dos. PERO como se aprende, si se puede aprender...los pensamientos surgen incontroladamente, incoscientemente,por evocación...por efecto a una causa o por su desarrollo. Los maestros que enseñaran esta asignatura no sólo tendrían que conocer muy bien el cerebro humano ,psicología...también deberían conocerse muy bien así mismo.En mi opinión esto sería lo más difícil.
ResponderEliminarBuen análisis!!
EliminarComo bien dices lo ideal seria mantener el equilibrio entre los pensamientos positivos y los negativos, a esto se le llama: gestionar a nuestras emociones.
Aún así, los beneficios del optimismo (pensamiento positivo), como se dice en el post, son varios.