Hay que distinguir entre los naturales; el comer, el beber e incluso el sexual. Estos no nos crearán problemas siempre que los utilicemos inteligentemente. Los que si podría generarnos sufrimiento, son los llamados lejanos o inaccesibles, porque se encuentran en un futuro que no existe y nos llevarán inevitablemente a los planes de futuro.
Empezamos a desear desde muy pequeños diciendo palabras como; quiero esto, quiero aquello... es normal, sobre todo para los que habitamos en una sociedad de consumo, pero bueno, este es otro tema.
Desear a alguien, a algo o alguna situación, también es de lo más normal, el problema viene cuando no es satisfecho o alcanzado dicho deseo, esto nos provocaría un conflicto interno e incluso obsesión dolorosa.
Como todo problema, también tiene su solución. Es difícil, siempre me lo recordáis, para mi también lo es, pero hay que buscar la fórmula y desarrollarla para solucionar este problema... ¿o es que queréis seguir sufriendo?, yo no, ya estoy harto y cansado de lidiar con el deseo y mi correspondiente sufrimiento, por lo que hace tiempo me puse a buscar y aplicar el antídoto adecuado... ¿cúal fué?; ocuparme del día de hoy y a veces y como mucho del día de mañana... pasado mañana me ocuparé de lo que haya preparado para dicho día y de lo que pueda surgir, para el resto de días, semanas y meses (solo de escribirlo me crea ansiedad) ya tendrán mi atención en su momento, ¡si llego!.
Que alivio para el porteador que ha caminado mucho tiempo por el mundo del sufrimiento, dejar en el suelo su pesado e inútil fardo. (Longchen Rabjam).