16 de abril de 2015

El cielo y el infierno_ relato

Cuenta un antiguo relato japonés que un Samurái pidió a un maestro que le explicara el concepto de cielo e infierno.

El maestro respondió con desdén: _No eres más que un idiota. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!_

Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó: _¡Te mataré por tu impertinencia!_

_Eso -repuso el monje con calma- es el infierno_

Desconcertado al percibir la sabiduría en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurái se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección. _Y eso amigo mio - añadió el monje - es el cielo_.



Aclarados los conceptos de "Cielo e Infierno", no debemos vivir temerosos por nuestro destino tras nuestro paso por la vida, por esta realidad, o por como queramos llamar a esa "energía" que, en mi caso, ahora me está permitiendo escribir.
Mejor vivir con alegría y gratitud... aunque también se vale experimentar el miedo, para así valorar al amor ;)

5 de abril de 2015

Conocer lo destructivo para valorar lo productivo

Si solo nos fijamos en lo agradable, en lo bello, en lo motivador, en lo transcendente, etc...
Y por contra, apartamos nuestra mirada a los antónimos de los anteriores nombres. En un principio no tendría nada de malo, pero por circunstancias, puede que con el pasar del tiempo experimentemos en nuestro fuero interno; vacíos, desganas y flaquezas. ¿Te suena? a mi si.
Según un antiguo proverbio chino: "El comienzo de la sabiduría es llamar a las cosas por su nombre"

Doy por supuesto, que esas emociones bajas no las experimentaremos cada uno de los más de 7000 millones de habitantes del planeta, solo los que tomaron la decisión de emprender un camino de crecimiento o de superación personal. Los que no, a partir de aquí ya habrán dejado de leer.

Esto ocurre (lo de las emociones bajas) porque para emprender un nuevo camino antes hay que ir dejando poco a poco el anterior... muchas veces impuesto.

Entonces, al dejar atrás "lo viejo" para ir entrando en "lo nuevo", antes se transitará como por una zona neutral en la que se produce un caos o desorden en relación a creencias, emociones, actitudes... hasta que se logra reenfocar las energías hacia la nueva dirección.

Esta experiencia se puede comparar a la de dirigir una orquesta:
Hay que mantener la armonía entre los diferentes instrumentos, cada uno ejecutando secuencias diferentes de notas musicales, unos finalizando, otros comenzando su ejecución.
Conservando la perspectiva de la orquesta en su totalidad, hay que mantener la atención en una y en otra sección, ser capaces de ir ajustando uno u otro instrumento para así crear nuestra propia sinfonía.




21 de marzo de 2015

R. Margarit. Vínculos... "una afirmación de la vida misma"

"Las relaciones afectivas nunca son insignificantes por breves que sean en el espacio y el tiempo. Cuando se tiende la mano a alguien, se le está ofreciendo confianza y cordialidad, que suelen ser la antesala del afecto. Ahí el alma se asoma para ofrecer lo que quiere compartir, y aunque sea un instante, la persona ha salido de sí misma y ha reconocido al otro. Esa es una auténtica expresión de vida y por ello siempre es importante.

Además, cuando una persona reconoce a otra en ese intercambio afectivo, las dos quedan modificadas, ya no hay marcha atrás y aquello también se incorpora a nuestro equipaje, de manera que se podría asegurar que en nuestro trayecto vital llevamos con nosotros la huella del afecto dado y recibido tanto si supone una relación de muchos años como si ha sido solamente la relación de un instante. Nos construimos con los otros. Tal vez seamos una especie de acueducto que transporta la vida, la energía vital de unos a otros en forma de afecto, en el que puede haber tramos largos y tramos cortos.

Los vínculos humanos son la expresión de la necesidad y del deseo, las dos cosas que nos remiten a la vida; es por ello que todo lo que sea establecer una buena relación, sea como sea y durante el tiempo y la intensidad que sea, es una afirmación de la vida misma."

Remei Margarit, (psicóloga y escritora)


Tumbado en la pradera de un parque, me dí cuenta de que las ramas de los árboles de una misma especie que se encontraban a mi alrededor se buscaban e incluso tocaban.
En días posteriores, cuando me encuentro en un entorno natural, me fui fijando en las ramas de los árboles y la regla se confirmaba... aunque estos se encuentren a varios metros entre si, lo dicho, se buscan como si necesitaran el "afecto" de su semejante.

Por lo visto, la necesidad de crear vínculos no solo es patrimonio de los seres humanos.


13 de marzo de 2015

Aprender a "aprender"

Llegados a determinada edad, creo que todos llegamos a darnos cuenta de que una de las funciones que tenemos es la de aprender. No solo en el tema cultural y académico, también en lo personal, o "eso" que nos hace madurar.

Aunque hay personas que creen que madurar es cumplir años sin más, yo creo que se trata de algo más.

El paso del tiempo hace que la fruta madure en el árbol. Para el ser humano hace falta, además de tiempo, experiencias vividas de las que deberíamos aprender. Y digo "deberíamos" porque no siempre lo hacemos... O es que nunca te has preguntado: ¿por qué me tiene que pasar esto una y otra vez a mi?

Eso que nos pasa e incluso sentimos una y otra vez, nos ocurre porque no hemos sacado ninguna enseñanza de tal situación... Y en quién o que nos lo recuerda no voy a entrar, pero si en quién es el responsable de cambiar esa situación repetitiva; uno mismo.
Asi que el trabajo de recordar la lección para futuros "exámenes" somos nosotros mismos, ya que en estos temas profundos, no se puede copiar como cuando estabas en el instituto y echabas un ojo al examen del compañero.

Lo que si es efectivo, es compartir y empatizar- reir y llorar con los demás.
Solo te estancas, en grupo avanzas; No caigamos en el error de aislarnos durante mucho tiempo, no hay nada más dañino para los demás y para uno mismo, que el egoísmo... Este es el que tarde o temprano, nos lleva a hacernos la anterior pregunta.

Prestar atención a los que no son como nosotros (en lo que a carácter y forma de ser se refiere) es una gran fuente de aprendizaje mutuo, como por ejemplo; Puede que al otro le haga falta aprender sobre la paz o serenidad que transmites, y tu tengas que aprender sobre ese carácter extrovertido y alegre. O viceversa.
Recordar que todos somos necesarios, es una buena manera de estar abiertos al aprendizaje.


9 de marzo de 2015

Sobre el equilibrio

"La postura correcta del cuerpo es aquella en la que se puede iniciar un movimiento en cualquier dirección con la misma facilidad, sin necesidad de un ajuste preliminar y realizado con el mínimo esfuerzo y la máxima eficiencia." (Moshe Feldenkrais)
Cuando todo en nuestro cuerpo está alineado, experimentamos que nuestros movimientos son realizados con menos esfuerzo, estamos más disponibles y empleamos menos energía para obtener el máximo resultado. Con todo ello, nos sentimos más presentes y estables.

En estado de equilibrio experimentas el No esfuerzo, y sientes que todo fluye en tu sistema. No sientes tensiones, ni que otras partes de tu cuerpo se esfuerzan por compensar el desequilibrio.
Ej: compensación del tórax en relación a la pelvis, compensación de la cabeza y cervicales en relación con las lumbares, etc…

El equilibrio estático sería cuando la fuerza de la gravedad puede viajar a través de nuestro cuerpo sin ejercer ninguna compensación por las partes del cuerpo en relación al eje gravitatorio y la relación con los puntos de apoyo fueran siempre los mismos y fijos. Un ente rígido.

Ni que decir tiene, que este equilibrio no se refleja sólo en el cuerpo físico, sino también en el cuerpo emocional y mental.

Mantener el equilibrio es una disciplina que nos proporciona flexibilidad.
Si queremos vivir una vida satisfactoria a todos los niveles, necesitamos gran flexibilidad en todas las áreas de acción.

Emocionalmente; para expresar una emoción de manera adecuada necesitamos ser capaces de dar una respuesta desde un sistema interno flexible.
Personas atrapadas por la ansiedad, la culpa o la inseguridad sufren deficiencias de respuesta flexible en su sistema.

Por otro lado, una mentalidad madura y saludable requiere una extraordinaria capacidad de ser flexible y de mantener el equilibrio entre los conflictos presentados por nuestras necesidades, objetivos, deberes, responsabilidades y dirección.

El equilibrio es precisamente una disciplina porque el acto de rendirse, por lo general, resulta doloroso.

"La esencia de la disciplina para mantener el equilibrio radica en rendirse", según se explica en el libro “The Road Less Travelled” de M. Scott Peck.
Muchas veces nos encontramos mentalmente o emocionalmente negociando los altibajos de nuestra vida, intentando encontrar ese equilibrio a lo largo de ella.

La búsqueda del equilibrio puede ser abordada desde el ángulo que la persona se encuentre más cómoda, bien sea por la parte física, por la emocional o por la mental. De cualquier manera, tu cuerpo nunca te mentirá y será tu guía para mostrarte si estás en tu centro, o no.

Autora: Paula Alonso




Esta planta tiene su misterio, porque aunque no lo creáis, brotó durante este invierno sin que yo ni nadie de mi familia añadiera algún brote o semilla de esta.
En ese mismo tiesto, anteriormente planté una planta silvestre con pequeñas flores, la cuál, no sobrevivió al frío invierno de Madrid... Se fué secando a la vez que se desarrollaba la de la foto.

He aprovechado esta entrada para mostraros la forma equilibrada y fractal de como se desarrolla esta misteriosa planta y en general, todo en la naturaleza... ya que el tan buscado equilibrio, es un estado natural.

6 de marzo de 2015

Fotografía "Mejorada"

Trabajo realizado por el experto en fotografía y artista de retoque, Erik Johansson.
Para realizar su trabajo, utiliza elementos físicos mezclados con imágenes generadas por ordenador.
Metafórico y sugerente trabajo, del que podéis conocer más en su página web: erikjohanssonphoto.com

 









27 de febrero de 2015

Liberar cargas

Quién más y quién menos, casi todos vamos acumulando cargas que nos pueden complicar el avanzar de manera cómoda por nuestra vida.

El ser consciente o darse cuenta del peso que vamos acumulando, nos daría la posibilidad de poder ir soltando poco a poco dicho peso... porque siempre es el primer paso para cambiar algo, (si se quiere, claro).

Pero por desgracia o por inconsciencia, no siempre "caemos en la cuenta" de la carga que vamos acumulando. Y peor aún sería que nos acostumbremos a ellas, llevaríamos una vida pesada, convertiríamos nuestro camino en una constante cuesta arriba, y claro, seríamos "carne de cañón" para intentar ocultar con sustancias, nada sanas, nuestra pesada vida.

Las diferentes cargas las podríamos sintetizar en; rencores, culpas y diferentes miedos.

Para liberarse de la carga acumulada hay que "asomarse al abismo de uno mismo", aguantar
y soportar el vértigo que se experimenta, y estar dispuesto a soltar hacia el fondo del precipicio, esas piedras que se fueron cristalizando en nuestro interior.
Mirar más dentro de uno mismo para hacernos cargo de ellas y menos hacia el exterior, hacia los demás.

No me refiero a encerrarse dentro de uno mismo y no prestar atención al exterior... el exterior, los demás, son como espejos en los que nos vemos reflejados, o sea, lo que nos molesta de los demás, suelen ser actitudes que tenemos que sanar en nosotros mismos.

Con lo anteriormente expuesto, me refiero a que si uno mismo no se ocupa de su interior, los otros no lo van a hacer por nosotros... más que nada, porque no tienen acceso a nuestro personal "abismo".
Eso si, somos seres sociales, por lo que necesitamos relacionarnos con los demás. Y seguro que entre las personas de nuestro entorno, existen seres que nos brinden su ayuda, solo que, hay que saber y estar preparado para recibir esa "muleta" que en ocasiones necesitaremos para no marearnos con el vértigo que a veces se experimenta al mirar dentro de si mismo.

Los que se hallan liberado de rencores, culpas y algunos miedos, están preparados y en condiciones para prestar su ayuda. Y lo que es más importante; habrán conseguido la verdadera libertad.