¿Recordáis la ley física, causa y efecto? la que afirma que toda causa tiene su efecto y viceversa, todo efecto tiene su causa.
Pues esta ley la podemos aplicar a nivel micro-cósmico y cósmico.
La mayoría de las teorías del origen del Universo, atribuyen la disposición de los astros y planetas a un cierto desorden provocado a partir de una gran explosión primigenia (la más aceptada; teoría del Big - Bang) y que por cierto, estas afirman que todo en el Universo continua hoy en expansión a raíz de dicha explosión.
Decir que todo lo que nos rodea arriba y abajo, es por causa de un cierto desorden o caos, es como atribuírselo al simple azar... claro, como no se puede demostrar lo contrario, pues eso, la ciencia se queda solo con evidencias científicas.
Me estoy metiendo en "aguas densas"... mejor me salgo, no vaya a ser que me ahogue.
Dejando que de lo anterior se ocupen los científicos, continuaré con la manera en como nos afecta a nosotros la ley causa - efecto.
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La línea central es la persona, el resto de líneas las causas. |
Lo que todos/as creo comprendemos, es que si nos dedicamos a dar patadas a los demás, (causa) estas volverán a nosotros por los demás (efecto).
Pero a mi me gusta ir más allá de lo físico, porque somos algo más ¿o nó?... A partir de aquí, cada cual en base a su educación, creencias y experiencias, que saque sus propias conclusiones.
Personalmente, puedo afirmar en base a lo dicho, que cuando vibro en el amor (con mayúsculas), más tarde, este vuelve a mí de diversas formas.
Cuando vibro o vibraba (ahora intento no hacerlo) en el rencor, la ira, o el odio, igualmente estos volvían a mí.
No pretendo dictar mis creencias, ni mucho menos que os las creáis.
Solo puedo expresar que tanto a nivel físico como espiritual, lo que he dado he recibido, o lo que sembré en el pasado, estoy cosechando en el presente.