Si hay algo que no nos deja disfrutar del momento presente... _eso que experimentamos; al "sumergirnos" en la lectura de un buen libro, al escuchar alguna música que nos llega dentro, a los momentos tranquilos de un tan merecido periodo vacacional, etc..._ son los planes de futuro, los cuales generan preocupaciones.
Doy por supuesto que siempre tenemos que organizarnos para el día de mañana o dicho en forma de metáfora, "preparar nuestras armas para la batalla diaria", pero una vez preparadas y listas dejarlas tal cúal, para ocuparnos en su día y en su hora de dicha batalla.
En el camino no podemos ver lo que nos vamos a encontrar antes de girar la siguiente curva, o lo que hay detrás de ese frondoso árbol en mitad del camino.
Entonces mejor nos irá si:
Disfrutamos del sonido del riachuelo, de la flora que nunca será igual a cada paso que vayamos dando. Por otro lado, ocupémonos de no tropezar y si es necesario quitar de en medio esa roca que nos estorba..., saquemos nuestra espada para desbrozar esos matorrales que nos impide avanzar.
Qué difícil centrarnos en el momento, preocupándonos siempre por el pasado o por cosas que probablemente nunca sucederán.
ResponderEliminarUn asignatura escolar para comprender y gestionar nuestros pensamientos ya!!
Totalmente de acuerdo con tu comentario...Gracias!!
EliminarBueno, más de una vez me gustaría poner en práctica esta filosofía, pero mi mente femenina (terríblemente complicada, como la de la mayoría) no me deja ver el final del camino con tanto árbol en medio.
ResponderEliminarVeremos a ver si siendo más pragmáticos podríamos disfrutar de los momentos porque al fin y al cabo, es lo que nos da esos pequeños ratos de felicidad.
Muy acertado ese pensamiento.
Si Ana... al menos nos queda esos pequeños placeres, que aunque no nos aporten felicidad verdadera y duradera, si nos dan una tregua para coger fuerzas y continuar "luchando".
EliminarGracias por tan buen comentario y por tu valoración.
Me ha hecho gracia que digas lo del riachuelo, porque yo siempre digo que vivimos saltando de una orilla a otra del riachuelo (o en el pasado, o en el futuro), pero nunca disfrutamos de meter los pies en ese riachuelo...
ResponderEliminarsaludos,
A esto se le llama sincronicidad... y viendo tu blog siento que estamos en la misma sintonía.
EliminarUn abrazo Julia!!.