En demasiadas ocasiones parece qué nuestra forma de actuar vaya en contra de nuestros deseos, porque en esto estaremos de acuerdo; queremos ser felices.
Bertrand Russell en su libro "la conquista de la felicidad", navega por las aguas de la conciencia humana, tratando de determinar qué es lo que hacemos para llegar a ser felices. Y sobre todo, qué es lo que inconscientemente no hacemos.
Así que parece necesario averiguar qué es aquello que nos lleva a alejarnos de la felicidad. No ya, por decirlo de alguna manera, el mal ajeno que no podemos controlar, sino el que provocamos nosotros mismos.
Al igual qué la felicidad, su contrario la infelicidad, depende en gran parte de uno mismo.
Para no alargarme demasiado plasmaré tres aspectos, aunque B. Russell referencia alguno más en su libro.
1. La culpa. Si la convertimos en un tótem que guíe nuestra vida hasta el punto de controlar nuestras vidas; Si nos consideramos incompetentes en el trabajo, malos padres, amigos en los que no se puede confiar… Si el auto-reproche es la moneda corriente en nuestra vida, jamás lograremos ser felices. Es preciso ser conscientes de nuestras capacidades, ponderarlas en su justa medida, saber de nuestras virtudes y defectos, ser capaces de parcelar el tiempo disponible para sentirnos útiles y contentos con nosotros mismos.
2. El miedo al fracaso. Es un hecho evidente que no siempre se puede ganar, en ocasiones fracasaremos. Da igual a la faceta de nuestra vida en que nos fijamos, ya sea laboral, sentimental o cualquier otra. Cuando empezamos algo desconocemos su final, de hecho, es precisamente una de las razones por las que hacemos cosas, por que no sabemos dónde acabaremos. Pero la incertidumbre no puede ser una excusa para la indolencia y la apatía. Tenemos que analizar lo que un fracaso puede aportarnos, sus peligros y bondades. Pero sobre todo, debemos tomar conciencia de que el camino transitado, independiente de su final, tiene una importancia fundamental en nuestro recorrido vital. El bagaje de las cosas hechas es un caudal inagotable de experiencias sumamente útiles para superar el miedo al fracaso fruto de la infelicidad.
3. El narcisismo. Considerarse el centro de atención, necesitar que los que nos rodean nos vean tal como nosotros queremos que nos vean, sin defectos, inmaculados… Es una de las principales fuentes que nos alejarán de la felicidad. La complacencia en nosotros mismos, nos llevará a querer sentirnos admirados y adulados en todo momento. Pero, no nos engañemos, para los demás no somos el centro de atención, lo cual no quiere decir que no seamos queridos. Pero el amor no supone adoración. El amor es de ida-vuelta, es recíproco.
Finalmente, el filósofo británico nos recuerda una máxima que debemos fijar en nuestra mente... en nuestra búsqueda de la felicidad: "una parte indispensable de la felicidad es carecer de algunas de las cosas que se desean".
Fuente: "La conquista de la felicidad"; Bertrand Russell
1. La culpa. Si la convertimos en un tótem que guíe nuestra vida hasta el punto de controlar nuestras vidas; Si nos consideramos incompetentes en el trabajo, malos padres, amigos en los que no se puede confiar… Si el auto-reproche es la moneda corriente en nuestra vida, jamás lograremos ser felices. Es preciso ser conscientes de nuestras capacidades, ponderarlas en su justa medida, saber de nuestras virtudes y defectos, ser capaces de parcelar el tiempo disponible para sentirnos útiles y contentos con nosotros mismos.
2. El miedo al fracaso. Es un hecho evidente que no siempre se puede ganar, en ocasiones fracasaremos. Da igual a la faceta de nuestra vida en que nos fijamos, ya sea laboral, sentimental o cualquier otra. Cuando empezamos algo desconocemos su final, de hecho, es precisamente una de las razones por las que hacemos cosas, por que no sabemos dónde acabaremos. Pero la incertidumbre no puede ser una excusa para la indolencia y la apatía. Tenemos que analizar lo que un fracaso puede aportarnos, sus peligros y bondades. Pero sobre todo, debemos tomar conciencia de que el camino transitado, independiente de su final, tiene una importancia fundamental en nuestro recorrido vital. El bagaje de las cosas hechas es un caudal inagotable de experiencias sumamente útiles para superar el miedo al fracaso fruto de la infelicidad.
3. El narcisismo. Considerarse el centro de atención, necesitar que los que nos rodean nos vean tal como nosotros queremos que nos vean, sin defectos, inmaculados… Es una de las principales fuentes que nos alejarán de la felicidad. La complacencia en nosotros mismos, nos llevará a querer sentirnos admirados y adulados en todo momento. Pero, no nos engañemos, para los demás no somos el centro de atención, lo cual no quiere decir que no seamos queridos. Pero el amor no supone adoración. El amor es de ida-vuelta, es recíproco.
Finalmente, el filósofo británico nos recuerda una máxima que debemos fijar en nuestra mente... en nuestra búsqueda de la felicidad: "una parte indispensable de la felicidad es carecer de algunas de las cosas que se desean".
Fuente: "La conquista de la felicidad"; Bertrand Russell